Sí, sí y sí. Hay gente con muy buenas ideas, con valor y ganas de emprender, gente que no pierde el tiempo en "verlas venir". Luego están los que se quedan en el sofá de su casa esperando a que las oportunidades llamen a su puerta y todavía se quejan porque la vida no les sonríe.
Si alguna vez te animas y pruebas Speed Meeting, desde luego no darás con esa segunda clase de personas, si no todo lo contrario. De hecho, sus impulsoras son dos emprendedoras con muchas ganas y talento. Un hurra por Laura y Garazi =)
¿Qué es Speed Meeting? Es una técnica de networking que toma prestado el clásico modelo de speed dating o cita rápida, en el cual participan 12 personas sentadas en mesas por parejas. Cada pareja tiene 7 minutos para presentarse y contar quién es, a qué se dedica, qué busca… con el fin de buscar nuevas oportunidades de negocio, colaboradores, socios, clientes o ¡lo que surja! En definitiva, un evento de networking, que bajo un formato lúdico, tiene como objetivo ayudar a crear contactos profesionales. O lo que viene a ser lo mismo, buscar tu “media naranja profesional”.
¿A que es una idea genial? Pues yo no me la quise perder, así que ayer asistí a la segunda sesión de Speed Dating que ha tenido lugar en el Dock (Paseo Uribitarte Nº3, Bilbao), un espacio del que también me gustaría hablaros, pero al que ya dedicaré un post más adelante.
Al principio estuve a punto de declinar mi inscripción porque andaba "pachucha", Laura una de las organizadoras de las que ya os he hablado antes, me animó para no romper el sistema de parejas y la verdad es que fue un verdadero acierto hacer un pequeño esfuerzo y asistir al evento bajo los efectos del paracetamol.
Ibai Cereijo de Woo Media rompió el hielo con una charla sobre su proyecto como emprendedor, una empresa de comunicación especializada en el mundo de la electrónica. Hasta que llegó la hora de ponerse a charlar por parejas, intercambiar tarjetas de visita, contar a qué te dedicas, lo que se te da bien, tu proyecto personal, si es que lo tienes... Bla, bla, bla...
Me llamó especialmente la atención la gran variedad de perfiles profesionales que nos juntamos, la poca vergüenza y sobre todo una palpable predisposición a escuchar para poder generar sinergias en muchísimos sentidos e incluso más allá del profesional.
Vamos, me fascinó, y por eso no quería esperar para recomendároslo. Es importante muchas veces salir de nuestro área de confort y estimular la creatividad en otros entornos inciertos pero potencialmente enriquecedores. ¡Animaros, fisgones!
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Fuente: este post proviene de La Otra Mirilla, donde puedes consultar el contenido original.
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