SEÑORAS Y SEÑORES DIPUTADOS
La estupidez a veces tiene nombre
y descansa en sillones del Congreso,
es dura de roer, aún más que un hueso
y habita en la mujer como en el hombre.
cuando es serio el que jura o que promete,
el que con ello juegue y no respete,
transformará el Congreso en una feria.
Señoras y señores Diputados,
no somos ni pudientes ni patricios,
sus salarios nos cuestan sacrificios.
Nos duele, y mucho, ser pisoteados,
muéstrense servidores de quien paga
y no metan su dedo en nuestra llaga.
JJRME (Terly)