Creo que el día de hoy incluso es indignante y un insulto para quienes celebran el amor cada día de su vida. Hablo de celebración de verdad, desde su sencillez y su pura esencia.
Una mirada mientras te lavas los dientes, un abrazo inesperado mientras le das la vuelta a la tortilla, un mensaje de media tarde, un desayuno en la cama un sábado por la mañana o una cena especial a la luz de las velas después de un duro día de trabajo.
¿ Por qué esa cena especial hoy? ¿ por qué no un miércoles por la noche ?
No quiero que penséis que soy el anticristo del romanticismo, de hecho como piscis que soy ( y su fama tienen) soy bastante propensa al romanticismo. Pero me niego a celebrar el amor un día al año por pura imposición de un estúpido santoral.
Lejos de la realidad
No me voy a remontar a su historia completa pero hay quienes piensan en San Valentín como un nido de angelitos sosteniendo su arco y apuntando sin piedad con su dardo de amor. Va a ser que no.
Ésta fiesta honor a los enamorados, se basa en las Lupercales. Un festival de depravación y sexo salvaje que se llevaba a cabo en la Antigua Roma con varios objetivos. Entre ellos, lograr que los jóvenes se iniciaran en la sexualidad y perdieran el miedo a mantener relaciones entre sí. La celebración era tan bárbara e imposible de erradicar que la Iglesia se vio obligada a sustituirla por el actual día de los enamorados en el siglo V. Mucha historia detrás de todo eso…y poco romanticismo desde luego.
La realidad
Yo también quiero celebrar el amor,y no penséis que no lo hago. Después de 17 años, no es ni es fácil ni difícil .He entendido que implica mucho más que poner toda la energía en crear ese perfil de pareja que se ajuste a la perfección de lo que significa “amor” y mostrar al mundo constantemente que somos perfectos. Cada pareja vive,calibra y muestra el amor de un modo distinto, y no significa que sea ni mejor ni peor.
Un día corriente, tras 12 horas fuera de casa, cansados del trabajo y cabreados por tener que lidiar con los agentes externos que nos revientan la tranquilidad de nuestros días, es francamente complicado sentarse en una mesa y actuar como si el mundo fuera perfecto por el amor que nos procesamos. Silencios,sonrisas escondidas y conversaciones escasas de romanticismo, realidades que son normales cuando entramos en el “modo rutina”, botón que desactivamos algunos días concretos…posiblemente aniversarios y fiestas como la de hoy ¿no? No comulgo con ésto.
Como la ensalada
Así veo yo el amor. Como una ensalada para 2. La base del amor es la lechuga y cada uno, aporta los ingredientes para hacerla más sabrosa.
Hay quien disfruta del amor solo a base de lechuga, con apenas aceite y sin sal. Y no lo cuestiono, hay que tener en cuenta que algunos ingredientes pueden ser indigestos y sentar mal, por lo que es un punto a tener en cuenta…pero puede resultar monótona y aburrida si cada día comes lo mismo. Llegará un momento en el que uno se levantará a comerse una pizza precocinada.
Una buena ensalada debe tener color, texturas y sobre todo, sabor. También innovación…llevarte un bocado a la boca y decir ¿ y ésto? , mirar a tu amado/a y recibir una sonrisa de orgullo por su buena aportación. Disfrutarlo, agradecerlo y tomarlo como una motivación para crear algo nuevo.
Y de vez en cuando hacer uso del picante, aunque la lengua arda y necesitemos beber más de la cuenta. Siempre despierta nuevas sensaciones!
Probar aquello que tiene pésimo aspecto,cerrar los ojos y sentir en las papilas gustativas todo aquello que se escapa a la vista, o que en ocasiones nos ciega por su “mala pinta”.
Experimentar con los sabores, salado y dulce. No tiene por qué ser siempre de un modo u otro. También se puede combinar.
Y solo nos quedará aliñar el conjunto. A veces sobra aceite y a veces precisa de una vinagreta más elaborada dependiendo de lo que hemos ido añadiendo a nuestra creación. Decidirlo juntos y probar las veces que sea preciso.
Sentarse y observar la composición. Sentir el aroma que desprende y llevarse un bocado a la boca. Quizás algún ingrediente no encaja, pero quizás mañana probemos con otro.
Repetir la misma operación cada día y querer seguir comiendo ensalada
Y así veo yo el amor…
Feliz día de san Valentín bonic@s !!
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