Oporto merece una visita de un par de días si o si. Es una ciudad con un encanto que te hechiza con todas las cosas que tiene para ver, como el puente Luis I que une la ciudad vieja con Vila Nova de Gaia bajo la atenta mirada del río Tajo. En la parte de Vila Nova está un restaurante , O Balalhoeiro, un templo para comer bacalao en esta ciudad. Lo preparan de muchas formas, desde las tradicionales hasta algunas más innovadoras. Si te gusta el bacalao este es tu sitio.
Al llegar nos encontramos con una fachada que nos desorientó por la ropa tendida en las plantas superiores (me recordaba a los barrios de Lisboa). El cartel muy pequeño en la fachada me confirmó que era el sitio. Entramos y el local por dentro estaba muy bien diseñado.
Las mesas muy pegadas, costumbre en muchos restaurantes en Portugal. Tiene una segunda planta, pero como llegamos temprano no había problema de sitio (luego se llena siempre). En la carta te pierdes leyendo que plato vas a pedir de bacalao, porque aquí hay que pedir balacao, decide cual, que seguro no te defrauda.
Los precios son del 2013, es para orientaros de las elaboraciones del bacalao.
De todo lo que pedimos lo que más me gustó fueron estos dos:
Bacalao gratinado, con puerro, zanahoria, cebolla y bechamel.
Arroz meloso con bacalao, riquísimo.
De postre ya no pudimos pedir, estábamos llenos y nos quedaba una visita cerca, así que lo dejamos para una pastelería que ya os contaré en otro artículo.
Puedes comer en las mesas que hay fuera en la calle, y la vista os hará que merezca la pena bajar la cuesta que llega desde el final del puente hasta este restaurante. ¿a que vista me refiero? Pues esta:
Después del homenaje nos fuimos a ver las famosas bodegas Sandeman, otra visita obligatoria en Oporto.
Datos del restaurante:
Como os prometí seguiré trayendo restaurantes de todos los sitios que he visitado.
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