La princesa sometida (Cuentos eróticos de Kargul 3)
Autor/a: Alaine Scott / D.W.Nichols
Formato: Versión Kindle
Tamaño del archivo: 642 KB
Longitud de impresión: 176
Uso simultáneo de dispositivos: Sin límite
Vendido por: Amazon Media EU S.à r.l.
Idioma: Español
ASIN: B00JT0U8ZO
Rura es una princesa y ha vivido toda su vida protegida. Es caprichosa, cruel, frívola y rencorosa. Sus acciones la han llevado a perder el favor de su padre, el príncipe heredero al trono Imperial, y ha sido obligada a exiliarse en el monasterio de las Hermanas Entregadas.
Hewan es el líder de los hombres bestia de las montañas Tapher. Odia al Imperio con toda su alma y está en guerra constante contra las tropas asentadas en el fuerte que vigila el paso para cruzar las montañas.
Cuando Rura es hecha prisionera en el ataque que sufre la caravana en la que viaja y cae en manos de Hewan, sentimientos opuestos los asaltan a ambos: pasión, odio, fascinación, desprecio...
Entre captor y cautiva se desata una lucha de voluntades de la que no puede surgir nada bueno... ¿o sí?
D.W. Nichols y Alaine Scott, son los seudónimos con los que publica Marta Bolet.
Nacida a orillas del Mediterráneo, cuna de una gran variedad de mitologías, no es extraño que ya desde muy pequeña imaginara historias llenas de fantasía, héroes implacables y heroínas valientes. Ávida lectora, no tardó mucho en empezar a ponerlas en papel y a soñar que quizá, algún día, conseguiría escribir algo que valiera la pena.
Mientras tanto estudió (es auxiliar administrativa) y tuvo trabajos tan diferentes como interesantes: secretaria, camarera, policía municipal, dependienta en diferentes tipos de comercios, desde una juguetería a una freiduría... En estos momentos también es la directora y jefa de redacción de la recién estrenada revista literaria “La Cuna de Eros”, dedicada exclusivamente a la novela romántica y erótica.
Esperaba este libro con muchas ganas de leerlo, ya que los dos anteriores me encantaron. Al menos así era, hasta que me entere de que la protagonista no era otra que Rura. Sí, si la mala malísima del primer libro. No podía ser, esto tenia que ser una broma de la autora o se había vuelto completamente loca. Como podía darle protagonismo, y aun más, un final feliz a alguien tan odioso como esta caprichosa, retorcida, arpía y bruja. Reconozco que esto me hizo plantearme si leerlo o no, me traía de cabeza. Pero tengo un defecto, y es que nunca dejo una saga sin terminar. Es algo que no me gusta, así que las termino aunque sea por cabezoneria.
Imaginaros, cojo el libro con pinzas, me acomodo en el sofá con una buena taza de café, dispuesta a leer y, ¡sorpresa!
Estamos demasiado acostumbradas a que todo sea blanco o negro, bueno o malo, tendemos a olvidar que a veces hay matices y otros colores en medio. Esto es justamente lo que ocurre en esta historia.
La autora se ha ido superando libro a libro, Con Kisha y Kayen, entramos en el mundo de kargul. De la mano de Erinni y dayan, confirmamos que una historia romántica/erótica puede tener un buen argumento. Por último, con Rura y Hewan, pone la guinda perfecta del pastel.
La relación de estos últimos no es nada sencilla, Rura llega a la vida de Hewan con la misma soberbia de siempre, no admitirá por nada del mundo que esta muerta de miedo. Él por su parte, no se doblega ante nada, mucho menos ante nadie. Pasaran los días en un tira y afloja, tratando de dominar al otro, que sin darse cuenta, les llevara a cuestionarse sus creencias hasta el punto de cambiar sus vidas para siempre. Conocemos a una Rura muy diferente a la de los primeros libros, para mi este es el más duro de los tres, aquí veremos como, y por que ella es como es. No todo lo que ha hecho se justifica, pero la llegas a entender. Nunca pensé que acabaría queriendo a un personaje que desde el principio odie, pero así es. Mis felicitaciones a Alaine Scott por conseguir dar la vuelta a la tortilla sin derramarla por el camino, trayendo una historia preciosa, cargada de sentimientos profundos, poniendo el broche de oro perfecto.
Vamos, que si, lo admito. La historia no me ha gustado, me ha encantado.
Si aun no has leído Cuentos eróticos de kargul, o lo empezaste pero te retiene su última protagonista, no lo dudes. Lánzate a la piscina, no te arrepentirás.
La frase:
“- Lo hecho, hecho está. No se puede cambiar el pasado, pero sí construir un futuro, si ambos pueblos llegamos a un acuerdo.”