Alejándose de los fantasmas del pasado, la joven Laura acepta la invitación de su mejor amiga para pasar las vacaciones navideñas en casa de sus tíos, en la población inglesa de Watford. Durante su estancia tendrá la oportunidad de conocer a George, el guapo primo de Sandra, y al accidente, su pequeña hermana Mary; a Álex, un estudiante universitario de intercambio aficionado a las novelas de Sherlock Holmes, y al señor Brown, el propietario de una maravillosa juguetería de estilo victoriano donde los sueños de la infancia se hacen realidad. Mientras tanto, en un Londres azotado por un temporal de lluvia y nieve, un siniestro personaje conocido como El Fantasma de la City está sembrando el pánico secuestrando a niños de corta edad sin motivo aparente. Un desafortunado encuentro en el Museo de Historia Natural involucrará a Laura y a sus nuevos amigos en el terrible misterio, conduciéndoles a un secreto del pasado que se remonta a los albores de la Revolución Industrial y que pondrá en peligro sus propias vidas.
Reseña: Tras disfrutar enormemente con Pétalos de acero, y con ganas de leer más de José A. Bonilla, mi regalo del Día del libro fue Juguetes Rotos, teniendo además la fortuna de poder adquirirlo firmado por el autor y poder saludarle. Vamos entonces con la reseña.
Primero me gustaría destacar la bonita edición de Dilatando Mentes, no sólo por las buenas ilustraciones de Cecilia G.F. si no por la tipografía y pequeños detalles ilustrados en las páginas. En éste enlace podéis echar un vistazo al interior.
Por ahora, contamos con un autor al que ya venia con buena predisposición y un precioso envoltorio. Vamos a la parte importante: el libro en sí.
Recordemos que Juguetes Rotos entra dentro de la linea juvenil de la editorial. Entre comillas, ya que un adulto puede disfrutar perfectamente de la historia, aunque los lectores jóvenes se sentirán más identificados con Laura, la protagonista, o el resto de chicos. Sobre los personajes, están bien desarrollados y son consistentes, incluso los secundarios, lo que da valor a la trama.
Nuevamente el autor ha hecho los deberes y la novela está muy bien documentada y ambientada: concretamente, la parte de museo de Historia natural me ha hecho revivir mi visita allí hace más de 15 años (cómo pasa el tiempo!!) así como hechos históricos u otros escenarios en los que transcurre la historia de Laura y sus amigos.
En resumen, una novela cortita que mantiene francamente bien el ritmo, con puntos que nos hacen olvidar que estamos ante una historia orientada al público juvenil, bien documentada y entretenida.
Si os interesa la novela, podéis adquirirla en vuestra librería de confianza o en la propia editorial Dilatando Mentes.