Bernardo claros
Agradecimeintos: Mil gracias a Esdrújula Ediciones por esta primera colaboración. El libro me ha sorprendido muy gratamente. ¡Y gracias por incluir el marcapáginas!
Mi resumen: Ismael era un chico como cualquier otro, un adolescente. Estudiaba en un instituto, intentaba ayudar en casa y nunca terminaba de encajar en ningún sitio, tampoco sentía que nadie le comprendiera y tenía toda la vida por delante. Tenía. Le han encontrado en su cuarto, no respiraba y tenía una bolsa de plástico cubriéndole la cabeza. Nadie parece saber lo que ha sucedido ni tampoco parecen querer saberlo. Excepto nuestro protagonista, uno de sus profesores intentará averiguar qué ha ocurrido para que un chico en la flor de la vida perdiera su futuro... ¿por accidente?
En mi opinión... es un libro que puedes tomar como novela o como un testimonio para trabajar con adolescentes. Es una muy interesante lectura para casi cualquier edad pues cuenta sucesos muy duros pero que a la vez pueden enseñarnos mucho.
El autor, a través de los pensamientos del protagonista, nos invita constantemente a reflexionar sobre nuestros actos como persona y como sociedad. Se plantea muchas preguntas, algunas de las cuáles, sin respuesta.
Todos sabemos que la pubertad es una etapa muy complicada tanto para el que la atraviesa como para su entorno, se está acabando de formar la personalidad de las personas y las hormonas lo magnifican todo. Si sois de esas personas que han sido populares en el instituto, que siempre están rodeados de amigos y carecen de grandes problemas, quizás no entendáis este escrito. Pero si alguna vez os habéis sentido invisibles, rechazados, habéis intentado pedir ayuda y nadie os hizo caso, os encantarán estas páginas.
Yo me he sentido muy identificada con esta novela por muchas razones y me encanta que se empiece a hablar del bullying, del acoso, del silencio por parte de las altas esferas, de las preocupaciones de los padres y de cómo todo se multiplica debido a las nuevas tecnologías de la información pero sobre todo a las redes sociales.
¿Cuántos de vosotros conocéis alguna de esas macabras modas en las que los chavales se graban en vídeo pasándolo mal? esos famosos retos estúpidos para crecer en popularidad. No podría estar más en desacuerdo con la subcultura de la idiotez que a veces campa a sus anchas entre los más jóvenes. Pero ¿y si en lugar de verlo como tonterías nos lo tomamos más en serio? ¿Y si lo que creemos que es una broma está matando a menores injustamente?
Aunque no lo menciona en el libro, he visto la última absurda moda peligrosa consistente en tirarse agua hirviendo por encima. ¿Qué pensáis sobre todas estas cosas? ¿estamos prestándole la debida atención? ¿cómo se pueden erradicar esas prácticas? ¿quiénes son los verdaderos responsables de todo ésto?
Me temo que no tengo ninguna de las respuestas pero sí mi profundo rechazo a todo lo que haga daño a las personas o empuje a otras a hacerse daño ¡aunque en principio parezca una broma! Os recomiendo mucho esta lectura si sois de los que disfrutáis reflexionando con los libros ^^
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Fuente: este post proviene de Diario de una Chicka Lit, donde puedes consultar el contenido original.
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