Blanca Bettschen
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Mi primera reseña de marzo se ha hecho esperar como todo lo bueno y es que estoy muy contenta de haber elegido esta lectura que me ha llegado gracias a la Editorial Algaida ¡mil gracias!
Nos encontramos ante un libro fuera de lo común, os lo recomiendo sobre todo si buscáis salir de vuestra zona de confort. Es todo un retrato de una sociedad en la que la sequía lo determina todo, con la falta de agua llegan las restricciones, el descontento de la población, las medidas tan criticadas del gobierno, así como diferentes tipos de delincuencia e incluso el sencillo día a día se ve deteriorado, el aire está lleno de polvo en suspensión debido a la falta de lluvias, las personas enferman con facilidad, los cultivos y la ganadería ya no son lo que eran y los jóvenes están emigrando a otros continentes.
Para mí la estampa social y ese contexto político y económico son lo mejor de la novela que refleja algo que nos hemos temido siempre los murcianos, hemos afinado el ingenio para cultivar con el mínimo agua posible, nos hemos sumergido en la cultura del ahorro del agua y por supuesto valoramos muchísimo cada gota que sale del grifo. Este libro bien podría ser una crítica a la sociedad y un tirón de orejas hacia la humanidad para que sigamos cuidando el planeta que solo tenemos uno y es nuestro sustento y nuestra vida.
Con esta fascinante historia acompañarás a Lena, la protagonista que deberá replantearse sus valores y principios como sus familiares y amigos al extremarse algo que está mermando a la población. Si eliges esta lectura no te dejará indiferente y estoy segura de que encontrarás muchos temas de los que podríamos hablar durante horas pero por hoy os dejaré solo con estas pocas pinceladas. No volverás a ver un vaso de agua de la misma forma.