Pero es que llevo prácticamente metida en la cocina desde el día de noche buena (como la mayoría supongo) porque además de las fiestas navideñas, en mi casa hemos estado de celebración hasta ayer con varios cumpleaños. Como muchos sabéis mi navidad sin pavo no es navidad, pero este año vino por partida doble…y es que los compromisos son los compromisos. Sobre todo cuando quien te lo pide es tu mejor amiga del mundo mundial, y si ella quiere pavo…pavo se le da !! Aprovechando el cumpleaños de mi marido, acabamos liándola como siempre entre comida,risas y juegos. Bueno vale…un poco de vino también lo hubo (dejémoslo aquí que queda mejor ) pero la verdad es que este momento Kit Kat que me he marcado por la cara , me ha hecho descansar mentalmente del quebradero de cabeza que me trajo la web durante una semana.
¿ Y qué tal vuestras fiestas? Tranquilas, ajetreadas, de invitados, de cocineros….me imagino que en cada casa una posibilidad pero lo más importante es que estamos aquí presentes y sin darnos cuenta o dándonos demasiado, otro año se nos escapa de las manos. Con pena o sin pena, quiero perder de vista el 2016 porque tengo mucha fé en el año que está a punto de entrar.
Proyectos, ideas, decisiones…
Supongo que es el cuento de cada año. Sentarnos en el sofá a recitar plegarias internas de todo aquello que deseamos hacer el año que viene y que queden ahí, suspendidos en el subconsciente. Veremos pasar los días,semanas y meses recordando que tenemos algo que hacer pero que nunca llegamos a conseguir…y al año siguiente, vuelta a empezar.
Yo he tomado una decisión. Solo desear aquello que puedo lograr porque será lo único que yo pueda conseguir. Y es que los deseos a veces son solo eso y pecamos de su uso en exceso. Ya sé que soñar es gratis…pero es mucho más gratificante cuando se puede alcanzar la meta ¿verdad? Empiezo a entender mejor ésta técnica…medir bien lo que se desea y lo que estamos dispuestos a arriesgar para llegar a donde queremos.
Éste año opto por olvidar, perdonar y partir de cero. Pero es aplicable a cualquier aspecto de la vida. Tomarnos en serio lo que pensamos, lo que decimos y lo que hacemos.
Sólo hay dos palancas que muevan a los hombres: el miedo y el interés.
Napoleón I (1769-1821) Napoleón Bonaparte. Emperador francés.
Así que…a dos días de fin de año, he hecho una lista de cosas importantes que quiero cambiar de mi vida. No son fáciles pero tampoco imposibles. Una la he logrado y el resto….ya se verá
¿Tenéis deseos? Pues comeros el mundo…está en vuestras manos!!!
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