Hola a todos y bienvenidos un día más. Hoy toca post reflexivo improvisado y aunque se me ha hecho tarde no quería dejar de hacerlo, así que aquí va.
Ahora estoy con una infusión y no pudo decir como otras veces que la casa duerma porque estamos todos en pie, el sol brilla y la calle está llena de vida.
Y sin más rollo empezamos.
Estos días he recordado que era el aniversario de mi blog, y he mirado(confieso que no sé cuando es exactamente el aniversario de mi propio blog) y el 21 de julio, a las 19:20 de la tarde hizo 7 años que abrí este blog.¡Cómo ha cambiado todo!
Recuerdo que aproveché una tarde que había vuelto temprano a casa, porque nosotros en verano apenas estamos en casa pero aquel día tenían que venir a traerme un mueble y mis hijos se fueron con sus amigos y nosotrosnos escapamos un rato a la playa y volvimos pronto. Y mientras llegaban los del mueble me animé. Llevaba tiempo dando vueltas a este asunto y sin pensar lo hice.
En aquel momento tenía la crisis económica a medio camino, no tenía mis problemas económicos solucionados del todo pero me iba arreglando. Y lo más importante, tenía mucha ilusión; tenía a mis padres, a mi tío, mis hijos eran adolescentes y estábamos en una etapa preciosa.
Y el blog...me hace gracia porque publicaba sin ningún tipo de calendario, recordaba algún truco o alguna cosa que me había pasado y en un hueco escribía y publicaba, sin fotos o con fotos que no tenían nada que ver con el tema, sin palabras clave(vale, ahora tampoco pongo muchas), sin enlaces que pudieran ayudar al lector.
Y la letra era enana, y obviamente la palabra SEO era una gran desconocida, que ahora tampoco le hago mucho caso, de acuerdo, pero antes nada de nada.
Y nunca miraba las estadísiticas, como ahora pero peor porque ahora al menos me regaño a mí misma por no hacerlo.
Pero disfrutaba escribiendo y compartiendo, me ilusionaba cuando se me ocurría cualquier idea y celebraba los comentarios como si me hubiese tocado la lotería.
Por entonces no sabía cuanto tiempo mantendría el blog, ni se me pasaba por la cabeza pensar que 7 años después seguiría por aquí, con ideas y con ilusión.
Con el tiempo fui cambiando cosas, fijé un calendario, algunas secciones y los comentarios empezaron a ser bastantes. Y lo mejor la gente, con algunas personas he llegado a sentir una gran afinidad.
Cuando echo la vista atrás y veo lo cutres que eran aquellas entradas me da ternura, y ni las toco ni las cambio porque no quiero olvidar aquella etapa, que aunque económicamente no era la mejor del mundo en los demás aspectos era realmente buena.
Esta es la primera foto que puse en el blog
Y claro al ser mi aniversario me apetecía hacer un sorteo pero muchos están de vacaciones así que lo dejaré para septiembre, con la vuelta al cole, prepararé algo que os pueda gustar para que tengáis un recuerdo mío porque en mi caso los pocos sorteos que he hecho no han sido nunca para ganar seguidores(algo que me parece genial, conste, pero a mí se me da fatal) y esta vez tampoco, será algo más personal y así participarán quienes quieran.
Y esta es la segunda foto que puse
Bueno, no sé si será la hora que para mí es rara o el día, pero me cuesta continuar, jejejeje.
Pues cambiando de tema, estos días he estado hablando con varios familiares y me he dado cuenta de lo importante que es tener buenos veranos en la infancia, marcan mucho.
En mi caso no tengo queja, porque desde el día que nos daban vacaciones en el cole teníamos planes.
Mis padres tenían mucha ilusión y aprovechábamos a tope. En mi casa siempre se ha trabajado a turnos y claro, auqnue para el trabajador puede ser cansado para los hijos es genial porque íbamos a la playa en días de semana, huyendo de aglomeraciones, y excepto la semana que trabajaba de tardes(que havíamos planes con mi madre y molaban) siempre estábamos por ahí haciendo cosas; rutas de montaña, playa, pueblos marineros, tardes de merendero, coger moras, cerezas, ir a la finca...los veranos eran largos llenos de días azules.
Hasta la tele me parecía lo más; El equipo A, El coche fantástico, Verano azul, El gran héroe americano...era genial verlas y en cuanto acababan nos íbamos a algún sitio chulo.
Incluso las comidas o los helados(os hablo aquí de mis helados de cuando era pequeña) sabían genial.
Con los años los veranos fueron cambiando, los de mi adolescencia fueron locos y divertidos y con mis hijos fueron lo más. Ya no era lo mismo, claro, ya no era salir de casa después de ver la serie, más bien era preparar cosas mientras ellos veían una serie, pero siguieron siendo geniales.
Y este, aunque ha sido raro, por momentos triste, difícil y además con mal tiempo ha sido bueno, no como los de antes, totalmente exento de problemas, no tan lleno de risas y días azules pero sigo encontrando alicientes e ilusión, como me pasa con el blog, así que me siento feliz por eso.
Y ahora, al igual que en Maldito duende tengo la impresión de divagar, jejejej(ver a Bunbury me ha afectado), así que me voy a ir despidiendo.
Muchas gracias a todos por leerme y nos vemos el sábado con el repaso semanal.
Y vosotros;¿sabéis cuando es el aniversario de vuestro blog?¿Recordáis con cariño los veranos de la infancia?
Fuente: este post proviene de Pequeños trucos para sobrevivir a la crisis , donde puedes consultar el contenido original.
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