Reflexión: música

Jueves reflexivo: el poder de la música

Hola a todos y bienvenidos un día más. Ya estamos a jueves, aunque yo ya he perdido un poco la noción del tiempo.

Hoy toca post improvisado, así que intentaré que salga algo aunque lo confieso, no tengo la mínima inspiración. Así que con ganas y fuerza, empezamos.

Estos días todo es diferente, en mi caso es muy muy diferente, así que tenemos que adaptarnos. Hay gente que limpia y ordena, otros ven pelis o series, otros cocinan y otros hacen un poco de todo.

Yo en realidad ni uno ni otro, me ha pasado de todo y he estado enferma, así que limpio lo necesario, o más bien limpiamos, que somos una familia. He visto pelis y series, pero curiosamente, para la cantidad de tiempo libre que he tenido no he visto demasiadas. He leído, he curioseado por la blogosfera pero creo que mi válvula de escape, y la de toda mi familia, es la música.
ukelele


Me gusta tanto la música, tanto...me lo han inculcado desde muy pequeña y es mi forma de evadirme. Además me gusta un abanico tan grande que no me aburro.

Ayer mismo, por la tarde, abrí youtube y me puse a escuchar algunas canciones de Los Secretos(los vi en directo hace algo de tiempo), AC/DC, Nirvana, Albert Hammond, Frank Sinatra, Michael Buble, The Cristians(también los vi en concierto), Tino Casal(lo vi de niña en un concierto), Rice Against, Luis Miguel...y los problemas siguen, el dolor y la melancolía permanecen, pero mis ganas de afrontar la vida vuelven con la música.

A veces, cuando salgo a caminar y nos encontramos con algún músico callejero(os he compartido algún vídeo por facebook hace tiempo) el paseo se vuelve mágico. El año pasado, en Navidad, justo delante dle Teatro Jovellanos, con un suelo brillante por la lluvia caída, un chico tocaba el violín y la magia lo envolvía todo(os dejo un minivídeo aquí). Otras veces, en el paseo de la playa, escuchamos alguna guitarra que envía sus notas al mar, o incluso algún trompetista que acompaña esos paseos con sabor a sal.

La música es vida, es aliciente, todo en ella es bueno.

Hay música que cuenta una historia, como las canciones de Serrat o Sabina. Otras veces también cuenta una historia pero envuelta en nostalgia, como la de Leonard Cohen. A veces simplemente nos recuerdan a otros tiempos(Mecano, Olé Olé o Duncan Dhu), a viajes con amigos, a conversaciones adolescentes o a esos nervios de las primeras veces lejos de casa.

¡Quién no recuerda esas baladas en la discoteca! En mi caso tengo grabada "Bajo la luz de la luna", de los Rebeldes. Ainnnns qué nervios, pero al final todo salió bien.

También recuerdo mis mañanas en el autobús, cuando iba al instituto. El conductor siempre llevaba la radio puesta. Recuerdo la mañana en la que subí y sonaba Queen y yo, instintivamente, supe que había muerto Freddy Mercury. Otras veces sonaba la música que me gustaba, y la tarareaba feliz de empezar así la jornada. Si iba con más chicos acabábamos todos tarareando.

La música marca etapas. O momentos. O marca los instantes que forman nuestra vida. Recuerdo que algunos de mis listenings de inglés en el instituto eran con canciones de la época, y mi preferida era Sacrifice: Is a human sing/ when things go wrong /when the scent of her lingers...

Me encantaba escuchar atentamente el casette que nos ponía el profe, y adoraba cantar cuando ya teníamos la letra. Y luego, ya fuera de clase, cuando me reunía con mi pandilla cantaba, o más bien perpetraba, las canciones.

También recuerdo mi época del walkman. Cuando iba a la playa en grupo todos llevábamos un walkman que escuchábamos mientras tomábamos el sol. Luego, para bañarnos y tomar el helado, el walkman volvía a la mochila. Obviamente, rebobinábamos con un boli para que las pilas durasen toda la jornada.

A mis hijos les he puesto música siempre, y de todo tipo. Les ponía música infantil(Miliki era mi ídolo, fui varias veces a verlo), bandas sonoras de cine, música del momento en la radio y mucha música variada. Y claro, ellos han salido muy musicales.

Mi abuelo tocaba el acordeón, y en mi casa tocaba con nosotras el piano. Y toda mi familia ha sido siempre muy cantarina y de ir a actuaciones y conciertos. Así que en días en los que las noticias son devastadoras, que las series y pelis no siempre me distraen, me pongo música y viajo en el tiempo.

Ahora mientras escribo acabo de recordar el programa Aplauso. Mi hermana y yo salíamos mucho cuando éramos pequeñas, pero alguna vez estábamos en casa durante Aplauso, y nos pasábamos el programa bailando y cantando.

Y algunos domingos de invierno hacíamos planes divertidos de tarde pero volvíamos antes a casa, y hacíamos sesión de cortos de Chaplin y luego de tocadiscos. Poníamos los discos de mis padres de los 60 y 70: Serrat, Waldo de los Ríos, Massiel, Victor Manuel, Los Brincos, Los Bravos...

Y en nuestros viajes siempre compramos música. De Londres traje discos de Los Beatles, de Rumanía también de Los Beatles, y un irecto de Elvis Presley(lo compré en una tienda de antiguedades y los compañeros de viaje morían e envidia, jejeje) y también unos discos de música clásica, con el Canon de Pachelbel tocado con el órgano de una iglesia impresionante. Ah, y en Grecia compramos Sirtaki, of course. De otros sitios también he traído pero me alargaría demasiado y no quiero ser más pesada.

Creo que me está quedando un post aburrido, aquí recopilando mis gustos musicales. Pero ahora mismo no sé qué más decir. Me encantaría saber si os gusta la música, y qué grupos o cantantes os gustan.. A mí me gustan muchos más de los que he puesto, pero son tantos que os diré solo unos pocos más: Blake Sheldon, Genesis, The Police, el pop de los 80 español, la música clásica, Queen, Elvis Presley, Steve Wonder, Rozalen, Juanes, Bunbury, Luz Casal, toda la música folk, Vicente Díaz, Nuberu, Ramones(los vi en directo y os conté una anécdota aquí)...

ramones

Esta es la púa que me dieron los Ramones, en la anécdota lo explico mejor

La música me ayuda a respirar cuando me encuentro sin aire, me ayuda a recordar con alegría cuando la nostalgia quiere teñir de tristeza los recuerdos, y me ayuda a ser feliz.

Cuando voy a ver a mis hijos cantar mi corazón sale alegre, esperanzado y relajado.

Las películas son mejores gracias a sus bandas sonoras, los viajes siempre van asociados a alguna canción, e incluso las despedidas pueden ser un poco menos amargas con la música adecuada.

Así que en estos días difíciles llenemos nuestros minutos de música, de historias de nuestro pasado, o de nuestro presente. Pintemos un futuro lleno de notas musicales que atraviesan el aire, qu eentran por la ventana y traen buenas noticias. Llenemos la vida de musica. Porque la música siempre suma.

Mil gracias por leerme y nos vemos el sábado en el reseumen semanal ycon algún especial.
Muy feliz jueves.

Fuente: este post proviene de Pequeños trucos para sobrevivir a la crisis , donde puedes consultar el contenido original.
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