El Voluntario: Un hombre, un ejército subterráneo y la misión secreta para destruir Auschwitz
Jack Fairweather. 528 páginas.
HarperCollins, 2019. 28,99 dólares
En 1940, el líder de la resistencia polaca Witold Pilecki hizo lo impensable: arregló de buena gana que lo encarcelaran en Auschwitz, el complejo de trabajo que se convirtió en el mayor campo de concentración y muerte de la Alemania nazi.
El autor Jack Fairweather utiliza diarios, cartas y más para reconstruir la poco conocida historia de Pilecki, un oficial de caballería de un pequeño pueblo que se une a la resistencia de su país cuando la Alemania nazi invade Polonia. Aunque es respetado dentro del movimiento, Pilecki se hace enemigo de prioridades políticas en competencia; este rival propone a los altos mandos que Pilecki se infiltre en un nuevo campo de prisioneros en la ciudad de Oświęcim, que se rumorea que está lleno de polacos cautivos. Pilecki pone una cara valiente y acepta la misión, orquestando su propio arresto con pocas pistas sobre los horrores que le esperan más allá de los alambres de púas.
Cuando Pilecki llega a Auschwitz en septiembre de 1940, las infames cámaras de gas del campo aún no han sido concebidas ni construidas, como tampoco lo es el vecino campo de exterminio de Birkenau. Aún así, con las palizas diarias y la poca comida que recibe, debe luchar por mantenerse vivo a sí mismo y a su creciente red de células de resistencia polaca dentro del campo. Fairweather no escatima en la brutalidad diaria de Auschwitz; Pilecki sólo sobrevive en absoluto gracias a las asignaciones de trabajo en el hospital del campo y su carpintería, que lo protegen de los trabajos forzados. Desde estas perchas protegidas, observa a los nazis refinando el Zyklon B, aumentando las liquidaciones, agrietando las chimeneas de los crematorios por el uso excesivo y felicitándose por su eficiencia como asesinos en masa.
Pilecki instruye a los prisioneros liberados y a los fugitivos a compartir esta información con el comando de la resistencia en Varsovia. A través de ellos envía cartas, mapas y diagramas a los líderes mundiales más indiferentes, rogando a las fuerzas aliadas que bombardeen el campo. Mientras tanto, Pilecki debe proteger su subsuelo, un trabajo que implica todo, desde consolar a amigos y tenientes hasta asesinar kapos y potenciales fugas, mientras asegura su propia supervivencia. Por último, Pilecki sobrevive: escapó de Auschwitz en 1943 y fue ejecutado por los soviéticos como un traidor anticomunista en 1948.
La prosa de Fairweather, ocasionalmente trabajada, todavía pinta vívidas escenas entre los personajes y sus sombrías circunstancias. Pilecki trató de revelar la verdadera naturaleza de Auschwitz al mundo; ahora, décadas más tarde, El Voluntario hace el trabajo por él.
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