Sí, a pesar de la incertidumbre política, se espera un crecimiento de la venta de pisos Barcelona de en torno al 10% durante todo el año.
José García Montalvo, catedrático de la Universitat Pompeu Fabra, afirma que “la inestabilidad política debe acabar, de no ser así, Barcelona no podrá aguantar el ritmo de crecimiento de Madrid y de la misma manera, podría tener un impacto importante sobre la proporción de nuevos inversores y de compradores de pisos al contado, perjudicando el mercado de las hipotecas”.
Imagen: pexels
Crecimiento de ventas
Los años de crisis quedan ya lejos y los analistas confían en un gran dinamismo del mercado, con expectativas de que las compra-ventas de inmuebles superarán las 550.000 en toda España. Hablamos de 15 puntos por encima de 2017, según el Instituto de Práctica Empresarial del sector inmobiliario.
El punto de inflexión viene marcado por una reducción de las tasas de paro y que se mantiene el interés inversor por el suelo en Barcelona, ante la prolongación de los tipos bajos de interés. Se espera que el dinero que estaba en este tipo de fondos y cuentas bancarias migre hacia el sector inmobiliario.
El alquiler toma fuerza
Igual que en 2017, el alquiler sigue siendo un eje importante para las inmobiliarias, especialmente en las grandes urbes. En estos núcleos, el alto valor de las viviendas y la capacidad adquisitiva más ajustada de las familias, hace que arrendar un piso siga siendo la primera opción para un porcentaje importante de la población.
Debido a esto, cabe destacar que el precio del alquiler también ha aumentado, situándose en torno a los 8 euros por metro cuadrado, un incremento del 9% frente a 2017.
¿Por qué gana fuerza el alquiler? Hay dos motivos principales para que esto ocurra.
Pérdida de la cultura de la propiedad en España. En las últimas décadas, en el momento en el que se encontraba un trabajo fijo o se formaba una pareja estable, adquirir una vivienda se convertía en una prioridad. Ya sea por la crisis y la menor capacidad económica o por los cambios sociales y culturales, los españoles ya apostaron fuerte por el alquiler en el tramo 2016-2017, llegando a representar un 22,2% de la población viviendo en régimen de alquiler.
Millenials. Los jóvenes de hoy en día están acostumbrados a cambiar de residencia, ya sea por su época universitaria o de Erasmus, o por la necesidad de cambiar de ciudad para buscar trabajo. La inestabilidad, por tanto, obliga a que los más jóvenes no se sientan seguros a la hora de invertir en la compra de un inmueble. Según datos del portal inmobiliario Idealista, el precio del alquiler en España se incrementó un 18,4% en el año pasado mientras que en Barcelona registró descensos del 2,4% tras cuatro años de subidas.
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