Hoy me gustaría compartir con todas vosotras mi rutina facial de "vuelta al cole" tras unos inolvidables días de descanso disfrutando a tope del sol en las playas alicantinas, pero también "maltratando" mi piel (ya me entendéis)... Y eso que ya la llevaba bien preparada.
Las que me seguís, sabéis que desde hace algún tiempo, mensualmente acudo puntual a mi cita con mi buena amiga Verónica, en su Centro de Estética Verónica Guerra y que jamás me salto ninguna (la constancia es muy importante en este tipo de tratamientos personalizados para conseguir resultados óptimos, ¿no creéis?).
El caso es que, para anteayer martes, teníamos programada una sesión de Mesoterapia con Cóctel de Vitaminas (principalmente A, C y E), pero, tras examinar el estado de mi rostro en ese preciso momento (algo quemado tras prolongadas jornadas de exposición solar en días previos, debo reconocer), Verónica decidió cambiármela y hacerme en su lugar una puesta a punto postvacacional en función de mis necesidades para evitar que me pelase a toda costa y que conservase un bronceado uniforme y natural durante el mayor tiempo posible. Además, debí de ingerir algún alimento en mal estado (sospecho que el penúltimo día de mis vacaciones, cuando me tuve la feliz idea de comerme una almeja de la paella que pedimos en un chiringuito en primera línea de playa, prácticamente cerrada, antes de saber que era muy probable que estuviese contaminada) porque, al día siguiente, amanecí con una erupción cutánea en cara y escote de padre y muy señor mío (parecía un Ferrero Rocher... Jijiji).
1. El procedimiento aplicado combinaba la eficacia del Ácido Ferúlico de la multinacional farmacéutica Mesoestetic para tratar, tanto el aspecto (sin brillo) como el tacto de la piel (muy rugoso), con el equipo de Hidradermie (del que ya os he hablado en ocasiones anteriores) con el que se consigue penetrar a nivel celular colágeno activo y así paliar los efectos negativos de las radiaciones solares.
2. A continuación, seguimos con un cóctel de vitaminas, minerales y oligoelementos, trabajando con una mascarilla de Gernétic ( una li?nea cosme?tica de origen france?s fundada por el fallecido DR. ALBERT LAPORTE, a quien la propia Verónica tuvo el privilegio de conocer personalmente años atrás cuando se formaba) basada en homeopatía cutánea que trata la piel desde dentro hacia fuera y soluciona el problema, en vez de esconderlo.
3. Finalizamos el ritual de belleza aplicando la crema estrella de esta misma casa, utilizada en hospitales. Sí, sí; como lo estáis oyendo (o, mejor dicho, como lo estáis leyendo). Esta crema se emplea concretamente en la unidad de quemados del hospital de París para trabajar quemaduras de primer grado, con objeto de regenerar, curar y tratar, y, conseguir así por tanto recuperar una piel bonita, sedosa y luminosa.
Una vez más, os invito a conocer este centro de belleza, bienestar y cuidado personal (si todavía no lo habéis hecho) y a poneros en manos de Verónica, una profesional como la copa de un pino en constante evolución y aprendizaje que, estoy segura sabrá responder de manera precisa a vuestras demandas y mimaros como os merecéis. No importa cuáles sean vuestras exigencias; sin duda encontraréis el tratamiento y/o producto más adecuado.