El término con el que nos solemos despedir en castellano (también usamos un hasta luego, hasta la vista o un chao) proviene del acortamiento de una forma de despedida que antiguamente se utilizaba de un modo más formal y que decía "A Dios seas", "A Dios te encomiendo" y "Te encomiendo a Dios", que más tarde se transformó al "Con Dios" que algunas personas aún hoy utilizan.
En inglés ocurrió algo similar que aquí te explico. Bye (adiós en inglés) es la forma coloquial y el acortamiento de Good Bye, que se originó de la antigua forma inglesa "God be with you" (Dios esté contigo).
¿No es increíble que el origen de estas dos despedidas tenga que ver con Dios? A mí me ha sorprendido. Nunca lo hubiese sospechado.