La hoguera de las vanidades, pasan los años y sigue vigente
La obra más recordada de Tom Wolfe fue publicada en 1987. Desde entonces, la ciudad de Nueva York ha cambiado, pero los temas que abordaba la novela siguen igual de vigentes. La obra fue publicada en el año del recordado lunes negro de Wall Street, una época de desconcierto en lo económico.
En la ciudad de fines de los años 80, el personaje de Sherman McCoy se pierde junto a su amante en el South Bronx, atropella a un negro y huye. Él es un joven triunfador, vendedor de bonos, pero tiene miserias como cualquier ser humano. Incluso, algunas mucho peores que las de una persona de menores recursos.
La caída de la bolsa, el crimen y todo el submundo de Nueva York es retratado en la novela de Wolfe al igual que la transformación de McCoy en un sujeto en caída libre, incapaz de controlar la espiral de desgracias. Sin embargo, la obra no deja de ser una sátira, una crítica hacia los valores y la forma en la se vive la ciudad de Nueva York.
Trump, el prototipo de La hoguera de las vanidades
Que Donald Trump sea hoy presidente de los Estados Unidos es un reflejo de la sociedad estadounidense de los últimos años. El prototipo de empresario exitoso que por sus propios medios y negociados ha alcanzado puestos de importancia se refleja en la novela, pero también configura la realidad estadounidense actual. Con un presidente que bien podría haber sido extraído directamente de las páginas del libro.
Entre los mejores best-sellers de la literatura contemporánea, La hoguera de las vanidades sigue vigente por su retrato de las tensiones raciales, las bajas pasiones y lo miserable de sus personajes, algo que no ha cambiado pese a que las fachadas de los edificios se pintan o se renuevan. Honramos a Wolfe recordando su gran obra.