El mejor verano de mi vida
Era cuestión de tiempo que el verborreico monologuista Leo Harlem tuviera su propia película en la que hiciera gala de su talento, y precisamente cuando toma el protagonismo su faceta humorística es cuando más gracia tiene una historia que solo consigue hacernos reír en contadas ocasiones, aunque sin emocionar ni implicar al espectador dada su previsibilidad y escasa personalidad. Desconocemos si. ...