La liberación de París:Cómo Eisenhower, de Gaulle y von Choltitz salvaron la Ciudad de la Luz
Por Jean Edward Smith. 242 pp.
Simon & Schuster, 2019. $27.
Jean Edward Smith, el politólogo y biógrafo, era famoso por escribir tomos sobre estadounidenses tan augustos como Ulysses S. Grant y Franklin D. Roosevelt. En cambio, La liberación de París , publicado por un Smith de 86 años justo antes de morir en septiembre de 2019, hace una crónica de la liberación de la capital francesa en la Segunda Guerra Mundial en 242 páginas.
La liberación de la ciudad el 25 de agosto de 1944, después de la ocupación nazi, está bien arada en libros que van desde la historia de la narrativa popular de Larry Collins y Dominique Lapierre ¿Está ardiendo París? (1965) hasta La sangre de los hombres libres (2012) de Michael Neiberg y Los once días de agosto (2013) de Matthew Cobb. Entre estas obras, Smith$0027s se destaca por su enfoque en los papeles de tres generales militares: Dwight Eisenhower, Charles de Gaulle y Dietrich von Choltitz.
Como comandante supremo aliado en Europa, Eisenhower deseaba conservar los recursos y prefería recuperar París sólo más tarde en la guerra. Mientras tanto, de Gaulle, el líder de los franceses libres, argumentaba que liberar París a toda prisa era crucial para la moral y el futuro de su nación. Eisenhower, retratado por Smith como el raro general con habilidades políticas y de batalla, con el tiempo llegó a la posición de De Gaulle y le dio el honor de liderar el camino a París a la Segunda División Blindada Francesa del General Jacques-Philippe Leclerc.
Esperando a la Segunda División Blindada estaba la guarnición alemana liderada por Choltitz. Su comando ya estaba bajo ataque diario en las calles por la Resistencia Francesa. Elegido personalmente por Hitler para el puesto de París, ahora tenía órdenes de luchar hasta el último hombre. Según Smith, Choltitz es un admirable nazi que se negó a sacrificar las tropas que le quedaban por una causa perdida, dejó París prácticamente intacta y se salvó hábilmente rindiéndose a la Resistencia y reuniéndose con de Gaulle antes de ser entregado a los aliados.
El Día de la Liberación, de Gaulle organizó para el día siguiente un gran desfile por los Campos Elíseos hasta Notre-Dame. Leclerc y otros oficiales franceses, líderes de la Resistencia y tropas de la Segunda División Blindada lo acompañaron. Eisenhower se mantuvo alejado de París y el triunfante regreso de De Gaulle a la ciudad, recorriéndola en coche al día siguiente del desfile, un domingo. Se reunió con de Gaulle ese día y le complació diciendo que planeaba trasladar su cuartel general aliado a Versalles.
Smith se enfrenta a la cuestión de si la liberación de París alargó la guerra de los aliados. Admite que al suministrar a la ciudad comida, combustible y otras necesidades, extendió el conflicto, pero no fue un factor importante. Mucho más significativa fue la decisión política de Eisenhower de hacer un lento avance frontal de sus tropas en Alemania. “La derrota del ejército alemán”, escribe Smith, “no fue tan importante como llevar la derrota a todos los alemanes”, y así evitar un resurgimiento de la causa nazi.
El trabajo final de Smith es apretado, seguro y bien investigado. Los lectores pueden preguntarse por qué sólo tres hombres son elegidos para salvar París, pero Smith argumenta que fueron los jugadores clave en la restauración de la gran ciudad a su vida anterior.
– Ronald Weber es el autor de Dateline-Liberated Paris: El escriba del hotel y la invasión de la prensa (2019).
Este artículo se publicó en el número de febrero de 2020 de Segunda Guerra Mundial.
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