Los Gatos de Ulthar (Cuento)

Los Gatos de Ulthar es un cuento escrito por H. P. Lovecraft, escritor amercano de fantasía y horror, en junio de 1920. La historia narra el origen de una ley que prohíbe la matanza de gatos en el pueblo de Ulthar.

Fotografía de H. P. Lovecraft

H. P. Lovecraft
La obra, que muestra influencias de Lord Dunsany, fue uno de los favoritos de Lovecraft, ha mantenido su popularidad desde la muerte del escritor y es considerada como uno de los mejores cuentos del periodo temprano de Lovecraft. El autor hizo referencias a Ulthar en sus obras Los otros dioses y La búsqueda de la ciudad del sueño. Se editó por primera vez en la revista literaria Tryout, en noviembre de 1920. Como ya es del dominio público, a continuación lo comparto:

Los Gatos de Ulthar

Se dice que en Ulthar, que se encuentra más allá del río Skai, ningún hombre puede matar a un gato; y ciertamente lo puedo creer mientras contemplo a aquel que descansa ronroneando frente al fuego. Porque el gato es críptico, y cercano a aquellas cosas extrañas que el hombre no puede ver. Es el alma del antiguo Egipto, y el portador de historias de ciudades olvidadas en Meroe y Ophir. Es pariente de los señores de la selva, y heredero de los secretos de la remota y siniestra África. La Esfinge es su prima, y él habla su idioma; pero es más antiguo que la Esfinge y recuerda aquello que ella ha olvidado.

En Ulthar, antes de que los ciudadanos prohibieran la matanza de los gatos, vivía un viejo campesino y su esposa, quienes se deleitaban en atrapar y asesinar a los gatos de los vecinos. Por qué lo hacían, no lo sé; excepto que muchos odian la voz del gato en la noche, y les parece mal que los gatos corran furtivamente por patios y jardines al atardecer. Pero cualquiera fuera la razón, este viejo y su mujer se deleitaban atrapando y matando a cada gato que se acercara a su cabaña; y, a partir de los ruidos que se escuchaban después de anochecer, varios lugareños imaginaban que la manera de asesinarlos era extremadamente peculiar. Pero los aldeanos no discutían estas cosas con el viejo y su mujer; debido a la expresión habitual de sus marchitos rostros, y porque su cabaña era tan pequeña y estaba tan oscuramente escondida bajo unos desparramados robles en un descuidado patio trasero. La verdad era, que por más que los dueños de los gatos odiaran a estas extrañas personas, les temían más; y, en vez de confrontarlos como asesinos brutales, solamente tenían cuidado de que ninguna mascota o ratonero apreciado, fuera a desviarse hacia la remota cabaña, bajo los oscuros árboles. Cuando por algún inevitable descuido algún gato era perdido de vista, y se escuchaban ruidos después del anochecer, el perdedor se lamentaría impotente; o se consolaría agradeciendo al Destino que no era uno de sus hijos el que de esa manera había desaparecido. Pues la gente de Ulthar era simple, y no sabía de dónde vinieron todos los gatos.

Un día, una caravana de extraños peregrinos procedentes del Sur entró a las estrechas y empedradas calles de Ulthar. Oscuros eran aquellos peregrinos, y diferentes a los otros vagabundos que pasaban por la ciudad dos veces al año. En el mercado vieron la fortuna a cambio de plata, y compraron alegres cuentas a los mercaderes. Cuál era la tierra de estos peregrinos, nadie podía decirlo; pero se les vio entregados a extrañas oraciones, y que habían pintado en los costados de sus carros extrañas figuras, de cuerpos humanos con cabezas de gatos, águilas, carneros y leones. Y el líder de la caravana llevaba un tocado con dos cuernos, y un curioso disco entre los cuernos.

En esta singular caravana había un niño pequeño sin padre ni madre, sino con sólo un gatito negro a quien cuidar. La plaga no había sido generosa con él, mas le había dejado esta pequeña y peluda cosa para mitigar su dolor; y cuando uno es muy joven, uno puede encontrar un gran alivio en las vivaces travesuras de un gatito negro. De esta forma, el niño, al que la gente oscura llamaba Menes, sonreía más frecuentemente de lo que lloraba mientras se sentaba jugando con su gracioso gatito en los escalones de un carro pintado de manera extraña.

Durante la tercera mañana de estadía de los peregrinos en Ulthar, Menes no pudo encontrar a su gatito; y mientras sollozaba en voz alta en el mercado, ciertos aldeanos le contaron del viejo y su mujer, y de los ruidos escuchados por la noche. Y al escuchar esto, sus sollozos dieron paso a la reflexión, y finalmente a la oración. Estiró sus brazos hacia el sol y rezó en un idioma que ningún aldeano pudo entender; aunque no se esforzaron mucho en hacerlo, pues su atención fue absorbida por el cielo y por las formas extrañas que las nubes estaban asumiendo. Esto era muy peculiar, pues mientras el pequeño niño pronunciaba su petición, parecían formarse arriba las figuras sombrías y nebulosas de cosas exóticas; de criaturas híbridas coronadas con discos de costados astados. La naturaleza está llena de ilusiones como esa para impresionar al imaginativo.

Aquella noche los errantes dejaron Ulthar, y no fueron vistos nunca más. Y los dueños de casa se preocuparon al darse cuenta de que en toda la villa no había ningún gato. De cada hogar el gato familiar había desaparecido; los gatos pequeños y los grandes, negros, grises, rayados, amarillos y blancos. Kranon el Anciano, el burgomaestre, juró que la gente siniestra se había llevado a los gatos como venganza por la muerte del gatito de Menes, y maldijo a la caravana y al pequeño niño. Pero Nith, el enjuto notario, declaró que el viejo campesino y su esposa eran probablemente los más sospechosos; pues su odio por los gatos era notorio y, con creces, descarado. Pese a esto, nadie osó quejarse ante la dupla siniestra, a pesar de que Atal, el hijo del posadero, juró que había visto a todos los gatos de Ulthar al atardecer en aquel patio maldito bajo los árboles. Caminaban en círculos lenta y solemnemente alrededor de la cabaña, dos en una línea, como realizando algún rito de las bestias, del que nada se ha oído. Los aldeanos no supieron cuánto creer de un niño tan pequeño; y aunque temían que el malvado par había hechizado a los gatos hacia su muerte, preferían no confrontar al viejo campesino hasta encontrárselo afuera de su oscuro y repelente patio.

De este modo Ulthar se durmió en un infructuoso enfado; y cuando la gente despertó al amanecer ¡he aquí que cada gato estaba de vuelta en su acostumbrado fogón! Grandes y pequeños, negros, grises, rayados, amarillos y blancos, ninguno faltaba. Aparecieron muy brillantes y gordos, y sonoros con ronroneante satisfacción. Los ciudadanos comentaban unos con otros sobre el suceso, y se maravillaban no poco. Kranon el Anciano nuevamente insistió en que era la gente siniestra quien se los había llevado, puesto que los gatos no volvían con vida de la cabaña del viejo y su mujer. Pero todos estuvieron de acuerdo en una cosa: que la negativa de todos los gatos a comer sus porciones de carne o a beber de sus platillos de leche era extremadamente curiosa. Y durante dos días enteros los gatos de Ulthar, brillantes y lánguidos, no tocaron su comida, sino que solamente dormitaron ante el fuego o bajo el sol.

Pasó una semana entera antes de que los aldeanos notaran que, en la cabaña bajo los árboles, no se prendían luces al atardecer. Luego, el enjuto Nith recalcó que nadie había visto al viejo y a su mujer desde la noche en que los gatos estuvieron fuera. La semana siguiente, el burgomaestre decidió vencer sus miedos y llamar a la silenciosa morada, como un asunto del deber, aunque fue cuidadoso de llevar consigo, como testigos, a Shang, el herrero, y a Thul, el cortador de piedras. Y cuando hubieron echado abajo la frágil puerta sólo encontraron lo siguiente: dos esqueletos humanos limpiamente descarnados sobre el suelo de tierra, y una variedad de singulares insectos arrastrándose por las esquinas sombrías.

Posteriormente hubo mucho que comentar entre los ciudadanos de Ulthar. Zath, el forense, discutió largamente con Nith, el enjuto notario; y Kranon y Shang y Thul fueron abrumados con preguntas. Incluso el pequeño Atal, el hijo del posadero, fue detenidamente interrogado y, como recompensa, le dieron una fruta confitada. Hablaron del viejo campesino y su esposa, de la caravana de siniestros peregrinos, del pequeño Menes y de su gatito negro, de la oración de Menes y del cielo durante aquella plegaria, de los actos de los gatos la noche en que se fue la caravana, o de lo que luego se encontró en la cabaña bajo los árboles, en aquel repugnante patio.

Y, finalmente, los ciudadanos aprobaron aquella extraordinaria ley, la que es referida por los mercaderes en Hatheg y discutida por los viajeros en Nir, a saber, que en Ulthar ningún hombre puede matar a un gato.

H. P. Lovecraft

Fuente: este post proviene de Ayuda Felina, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

La agilidad y elasticidad de los gatos les permiten dar diferentes tipos de saltos de acuerdo a la situación que se presente: Brinco.- Cuando un gato va a hacer un brinco, utiliza los músculos de las ...

¿Cómo saber si es gatita o gatito? La pubertad en los gatos. El apareamiento. ¿Cómo saber si es gatita o gatito? Cuando tienen poco tiempo de nacidos es muy difícil distinguir el sexo de los gatitos, ...

La Casona de los Gatos (leyenda mexicana). El Rei dels Gats (leyenda catalana). El Rey de los Gatos (leyenda inglesa). Ngariman (leyenda australiana). El gato y el Arca de Noé (leyenda bíblica). L ...

Etiquetas: curiosidades

Recomendamos

Relacionado

música y lectura viajes por el mundo relatos ...

Editorial: Plutón Ediciones Páginas: 192 Encuadernación: Rústica ISBN: 978-84-15089-50-6 Precio: 4,50€ Sinopsis H.P. Lovecraft, discípulo de Edgar Allan Poe, con ese título amplía las ramificaciones y seres fantásticos del "Terror cósmico", previamente introducido con otras de sus obras: La Llamada de Cthulhu. Reseña Esta ha sido, sin duda, una de las lecturas más densas y fascinant ...

música y lectura h. p. lovecraft terror ...

Howard Phillips Lovecraft es uno de los escritores mejor valorados de todos los tiempos. Dedicó su obra a numerosos géneros, como poesía y ensayo, sin embargo, por lo que es notablemente destacado es por sus novelas de terror y ciencia ficción, campo en el que a día de hoy sigue siendo un referente mundial. Nació en Rhode Island, Estados Unidos, en 1890. Desde una temprana edad empezó a desarrolla ...

general

Modelo: Sherlock Torres Intriago Lo que más amo de ellos, es mmm, se vale decir todo! Estos seres peluditos, graciosos e independientes, que nos provocan un mundo de ternura son los elegidos para el post de hoy. Cada vez son más los estudios que demuestran los beneficios de tener una mascota, aunque la verdad no sé porque tanto estudio, con algo que es más que obvio. Tener un animalito en nuestras ...

salir y viajes viajes a asia viajes a islas ...

Hoy, nos trasladamos Japón a la isla de los gatos No es un secreto que en japón, los gatos son considerados un animal de buena suerte que acerca a las familias la prosperidad, sin embargo, no deja de ser llamativo e incluso extravagante desde nuestra cultura occidental, que en Japón exista una isla en la cual se les dediqué culto a los gatos y estos sean tratados como dioses en ella. La isla en cu ...

Curiosidades

Tanto en el mundo de las mascotas como en Internet, nada llega a la popularidad de los gatos. Pero, ¿cuánto sabemos sobre los gatos salvajes? Hay 38 especies conocidas de gatos salvajes por ahí. Algunos miembros entre ellos nos son familiares como leones, tigres, leopardos y jaguares. El resto de miembros de la familia de los gatos monteses también son increíbles como los famosos. Aquí la lista de ...

curiosidades de animales y naturaleza general

Los gatos son, desde tiempos inmemoriales, uno de los animales domésticos más apreciados por los seres humanos. Si bien los preferidos siguen siendo los perros, desde hace algunos años hay muchísimas personas que han decidido incorporar a los gatos a sus vidas, porque son animales limpios, además de tiernos y cariñosos. No es cierto que no les importen sus dueños, ni que no vengan cuando los llama ...

general ciencia y naturaleza ¿por que... ? ...

Es muy fácil ver los ojos de un gato brillar sobre todo por la noche. Es una de las muchas curiosidades que existen sobre los gatos. A los gatos les brillan sus ojos en la oscuridad porque en cada ojo hay una lente y una especie de espejo curvo, situado detrás de la retina, que refleja un cono de luz hacia la fuente que lo ilumina. Este mecanismo actúa como una amenaza disuasoría para las presas, ...

general

Que más confortable que llegar a tu hogar y encontrar la felicidad en una mascota, una criatura que te brinda su cariño, ternura y ronroneo a cambio de una mano protectora, un plato de comida y un poco de calor humano. Porque me gustan los gatos se preguntaran, me veo reflejados en ellos por su independencia, sagacidad e inteligencia; no estoy de acuerdo con el tipo de personas que tiene un a masc ...

Animalitos

Aunque los gatos tienen fama de no ser cariñosos y ser demasiado independientes, quienes tenemos uno como miembro de la familia sabemos que no es verdad. Sherlock es el nombre de mi gato, un bello mestizo a quien vi nacer, luego decidí adoptar y que se quede conmigo. Cuando era pequeño era un explorador y esa frase que seguro han escuchado: “La curiosidad mató el gato” le quedaba como anillo al de ...

música y lectura animales ed. saldaña ...

Editorial: Ediciones Saldaña Páginas: 64 Colección: Guía de animales domésticos: Gatos Encuadernación: Tapa blanda ISBN: 978-84-9939-157-1 Precio: 3,00 ??? SinopsisCon su carácter cariñoso y su elegancia, los gatos de adueñan rápidamente de nuestro corazón. Estos felinos ronroneantes son muy queridos como animales domésticos, tanto por los niños como por las personas mayores. En esta guía encontra ...