Existe una variedad de modelos enormes dentro de los Mercedes, pero uno que me gusta mucho en particular y que podrás encontrar en el apartado para alquiler es el AMG-GTR, básicamente una obra de arte sobre cuatro ruedas
Muy considerado, el GT R es un gran animador y empieza con el motor. Es otro miembro de la familia Mercedes-AMG V8 4.0 litros con dos turbocompresores y, en la versión R, aspira a un potente motor de 577 y 516 libras de par. Eso significa una aceleración ligera y brutal. El GT R alcanza 60 mph en sólo 3,5 segundos, y eso es todo menos difícil de pasar por alto, al igual que competidores más rápidos y cada vez más revolucionarios como el Chevrolet Corvette Z06. Sin duda, los monstruosos neumáticos traseros del GT R pueden perder toda su intensidad, por lo que sólo hace falta un simple pedal de aceleración para ganar velocidad.
El motor SLS AMG de 6,2 litros de aspiración normal todavía no suena tan agradable de escuchar como el antiguo, pero está mostrando signos de mejora. Si pones los humos al máximo, la GT R ronca en línea recta, salta y ladra en cada cambio de marcha. Es un humo crepitante y sabroso, pero no se acerca a la sustancia ampliamente incluida en el viejo M156.
La llamada transmisión AMG Speedshift hace honor a su nombre, con movimientos rápidos en su configuración cada vez más potente. También tiene una estructura relajada. Y lo hace casi siempre que se cambia de marcha. Sorprendentemente rápida, lista para la acción y refinada. La última parte merece la pena recordarla; no hay realmente ninguna razón para tomar las cosas en sus propias manos, considerando que el GT R siempre está en la suspensión correcta en el momento perfecto.
Los frenos, cuyos rotores son del tamaño de conductos de aire y pinzas, a los que el Rey Midas prestó demasiada atención, son consistentes en su capacidad para soportar la GT R. El manejo es como un rifle, pero el pedal no se agarra y hay muchas críticas mucho antes de que el ABS empiece a funcionar. En cuanto al ruido que generalmente esperábamos, el GT R está en la mejor pista y puede realmente hacer ruido cuando los rotores están fríos.
Con los neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 y los increíbles contrapesos (19s en la parte delantera y 200s en la parte trasera), hay definitivamente más agarre disponible que cualquier otro conductor en la carretera. Además del chasis multiuso de serie, el AMG GT R garantiza unos niveles de mantenimiento sorprendentemente altos. La carrocería no se mueve, no se agacha ni salta, mientras que la dirección de cabeza es animada pero sin sorpresas. Al mismo tiempo, el GT R ignora fácilmente los fallos de la carretera: es impetuoso, pero al hacer un agujero no envía al Mercedes a otro carril. La rápida solidez es brillante, como generalmente esperamos de los alemanes que son superiores a la luz de la carretera.
En resumidas cuentas, este auto es toda una bestia alemana, si quieres manejar con tus propias manos una potencia tremenda entonces este es el auto que debes conducir, además de su enorme potencia y de su atractivo visual externo, el interior de este coche es sencillamente perfecto, entras en el y observas un diseño hecho por verdaderos artistas, ¿qué esperas para ponerle las manos encima a uno?
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