Los Caminos a Santiago en la provincia de Valladolid

Senderista. Camino a Santiago del Sureste a su paso por la provincia de Valladolid. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego;


© Texto y fotografías: JAVIER PRIETO GALLEGO

Hubo un tiempo en el que las peregrinaciones se hacían a pie desde el principio. Ida y vuelta. La principal motivación del peregrino era cumplir el empeño de llegar a la meta de la peregrinación y saldar así cuentas, limpiar pecados, cumplir promesas o hacerse un hueco en el más allá.

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Camino a Santiago de Madrid en un tramo cerca de Ciguñuela. Valladolid. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Camino a Santiago de Madrid en un tramo cerca de Ciguñuela. Valladolid. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego


En esos tiempos, emprender un viaje a pie, aunque fuera al pueblo de al lado, era una empresa llena de peligros e incertidumbres. Los caminos eran territorios salvajes en los que acechaban mil peligros. Sin cajeros ni Paypal de por medio, cada caminante cargaba con lo necesario para todo el trayecto y eso los convertía en mercancía valiosa para quienes vivían del dinero ajeno. En tiempos en los que no existían medios de locomoción, ni mapas topográficos para buscar el camino, cada cual se las apañaba para llegar como pudiera en el menor tiempo posible, con el menor sufrimiento posible. La orografía imponía su ley mientras la física señalaba el trazado de menor desgaste, lejos muchas veces de ser el más corto. Así, el peregrino o peregrina de antaño un buen día de buena mañana llenaba el macuto, ajustaba sandalias y esclavina, tomaba el cayado, y desde la puerta de su casa se echaba al monte caminito de Belén, de Santiago o de La Meca, dependiendo del caso. Para ser peregrino bastaba con ponerse en camino. Las incertidumbres que les pesaban eran tantas que muchos se despedían para siempre de sus familias, por si acaso. Otros, si podían, delegaban la peregrinación -y el esfuerzo- en un enviado que arrostrara los peligros y volviera con las bendiciones. O la Compostela, en este caso.

Detalle de la mochila de un peregrino. Puente sobre el Adaja. Camino de Santiago desde Madrid. Provincia de Valladolid. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Detalle de la mochila de un peregrino. Puente sobre el Adaja. Camino de Santiago desde Madrid. Provincia de Valladolid. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego


Y así, a fuerza de juntar pisadas, de enfilar muchos hacia un mismo destino, de irse pasando consejos, avisando de las dificultades y chivando atajos los caminos de peregrinación se fueron definiendo en el paisaje. En los pueblos dedicaron iglesias a Santiago, en los caminos plantaron cruceros para santificar las bifurcaciones, erigieron ermitas, surgieron hospitales y las vierias quedaron plasmadas en atrios y dinteles. Las vías de peregrinación, como las arterias que apuntan a un mismo corazón, fueron encajando unas en otras hasta confluir en el destino final.

En la península Ibérica, el Camino Francés, que recogía la avalancha de espiritualidad procedente de Europa, acabó por ser el más pisado. Pero, lejos de ser el único, quedaron dibujados, de sur a norte y de este a oeste, numerosos ramales surgidos con el mismo fin: conducir, paso a paso, hasta la tumba del apóstol en Santiago de Compostela.

Albergue de peregrinos en la localidad de Puente Duero, en el camino de Santiago desde Madrid. Puente Duero, Valladolid, Castilla y León, España. © Javier Prieto Gallego
Albergue de peregrinos en la localidad de Puente Duero, en el camino de Santiago desde Madrid. Puente Duero, Valladolid, Castilla y León, España. © Javier Prieto Gallego


Algunos de esos caminos atraviesan la provincia de Valladolid y, como no podía ser de otra manera, han dejado su impronta en el paisaje. El Camino a Santiago desde Madrid y las variantes que llegan desde el Levante y desde el Sureste son las arterias de espiritualidad por las que desde hace siglos circulan quienes en su peregrinación a Santiago de Compostela se ven obligados a atravesar el centro peninsular. Tres ramales que en la actualidad cuentan con toda la asistencia que el peregrino moderno pueda demandar -albergues casi en cada localidad, información turística, señalización, planos, servicios…-, que se han convertido en una de las opciones preferidas por quienes buscan en este tipo de viajes vivir una experiencia dura pero auténtica, alejada de la masificación que se percibe en algunos momentos del año en otros caminos de peregrinación compostelanos.

LOS CAMINOS A SANTIAGO EN LA PROVINCIA DE VALLADOLID

01 EL CAMINO A SANTIAGO DESDE MADRID. Es el que trazaron los peregrinos que partían de la capital de España hacia Galicia. Su uso está documentado desde los siglos XV, XVI y XVII y hoy en día es una de las vías de peregrinación más consolidadas de cuantas atraviesan la provincia de Valladolid. En esencia, sigue los mismos derroteros trazados por los romanos, usados después por los visigodos, los árabes, los ejércitos cristianos, los pastores de la Mesta o las cuadrillas de segadores gallegos que se movían entre el noroeste y el centro peninsular.

Señalización del Camino entre Ciguñuela y Wamba, en plenos Montes Torozos. Camino de Santiago desde Madrid. Montes Torozos. Provincia de Valladolid. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Señalización del Camino entre Ciguñuela y Wamba, en plenos Montes Torozos. Camino de Santiago desde Madrid. Montes Torozos. Provincia de Valladolid. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego


Aquellos caminos son los mismos que acabaron convertidos en la vía por la que discurre la peregrinación actual. Y sin que falten en el recorrido constantes referencias a Santiago y la tradición jacobea en ermitas, iglesias, retablos, capillas y viejos hospitales.

El Camino a Santiago desde Madrid parte de la capital de España en dirección noroeste para enlazar en Sahagún con el Camino Francés. Entre ambos puntos median unos 320 kilómetros. De ellos, 242 kilómetros discurren por Castilla y León y, en particular, 142 lo hacen por tierras vallisoletanas.

Simancas y río Pisuerga. Camino de Santiago desde Madrid. Provincia de Valladolid. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Simancas y río Pisuerga. Camino de Santiago desde Madrid. Provincia de Valladolid. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego


Desde Madrid entra este camino en tierras segovianas por el puerto de la Fuenfría, elegido por los romanos como el mejor para salvar la Sierra de Guadarrama. Ya de este lado, baja hasta la capital de la provincia y desde ella se dispara hasta Santa María la Real de Nieva. Por el medio del mar de pinares que tapiza estos arenales segovianos la flecha amarilla lleva de Santa María hasta Nieva, luego hasta Nava y Coca para seguir después hacia Villeguillo y, ya en tierras de Valladolid, Alcazarén. Después, el peregrinaje salta de puente en puente por las localidades de Valdestillas, Puente Duero, Simancas, Ciguñuela, Wamba, Peñaflor de Hornija, Castromonte, Valverde de Campos, Medina de Rioseco, Berrueces, Tamariz, Moral de la Reina, Cuenca de Campos, Villalón, Fontihoyuelo, Santervás de Campos y Melgar de Arriba. Arenillas y Grajal, en la provincia de León, preceden la llegada a Sahagún, punto de entronque con el Camino Francés.

Un senderista en el Camino a Santiago de Madrid entre Wamba y Peñaflor de Hornija. Valladolid. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego
Un senderista en el Camino a Santiago de Madrid entre Wamba y Peñaflor de Hornija. Valladolid. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego;


De sur a norte el peregrino que atraviesa la provincia de Valladolid lo hace a través de tres grandes comarcas naturales, cada una caracterizada por sus propios rasgos de identidad: la Tierra de Pinares, que tapiza el sureste provincial, los Montes Torozos, que se extienden al noroeste de la capital, y la Tierra de Campos, cuyo paisaje de llanuras cerealistas brinda una de las estampas que más se identifican con la provincia de Valladolid. Esta vía de peregrinación ofrece, por tanto, una oportunidad única para conocer en profundidad rincones y paisajes especialmente vinculados a la esencia misma de la provincia.

Mapa del Camino a Santiago desde Madrid.
Mapa del Camino a Santiago desde Madrid.


02 LOS CAMINOS DEL SURESTE Y EL LEVANTE. Pero por Valladolid se cuelan también otros caminos de peregrinación no menos relevantes.

Un senderista en el vado para el ganado junto a las Lagunas Reales de Medina del Campo, junto a las que pasan el Camino a Santiago del Sureste y el Camino a Santiago de Levante a su paso por la povincia de Valladolid. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego;
Un senderista en el vado para el ganado junto a las Lagunas Reales de Medina del Campo, junto a las que pasan el Camino a Santiago del Sureste y el Camino a Santiago de Levante a su paso por la povincia de Valladolid. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego;


Una importante corriente de peregrinación medieval era la que conducía a los viajeros procedentes de países mediterráneos que desembarcaban en los puertos de la costa oriental de la Península para, después de atravesar literalmente media península –o casi la península entera- llegar a tierras compostelanas. En realidad, habría que hablar, con más propiedad, del entronque de varios caminos que con inicio en puntos de la costa mediterránea como Alicante, Valencia y Murcia se suman o se ramifican a lo largo del trayecto según diferentes tradiciones jacobeas. Estos, en concreto, se funden en Albacete para acometer juntos una buena parte de las llanuras manchegas. Tras ellas, y después de recorrer las provincias de Cuenca, Toledo y Madrid, penetran en territorio abulense por la Venta Juradera, recalan en la ciudad amurallada y salen de esta provincia por tierras de Arévalo. Es entonces cuando comienzan su andadura por la provincia de Valladolid.

Señalización del Camino a Santiago del Sureste a su paso por la provincia de Valladolid cerca de Vega de Valdetronco. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego;
Señalización del Camino a Santiago del Sureste a su paso por la provincia de Valladolid cerca de Vega de Valdetronco. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego;


Una vez en ella, el viaje hacia Santiago se enfila por las vías tradicionales de comunicación que atravesaban el costado occidental de la provincia en su discurrir entre el centro peninsular y el noroeste. En ese trayecto recalan en dos de las poblaciones con mayor patrimonio monumental e histórico de la provincia, como son Medina del Campo y Tordesillas. Precisamente, en la localidad de Medina del Campo ambos caminos toman sus propios derroteros. El Camino de Levante enfila desde aquí hacia la Vía de la Plata –Camino Mozárabe de peregrinación- a través Nava del Rey, Siete Iglesias de Trabancos, Castronuño y Villafranca de Duero para proseguir después hacia Toro y Zamora. Por su parte, el trazado del Camino del Sureste parte desde Medina del Campo hacia Tordesillas, Villavieja del Cerro, Vega de Valdetronco, Mota del Marqués y Villardefrades para salir de la provincia por la localidad de San Pedro de Latarce hacia Benavente, donde después buscará los derroteros del Camino Francés, en Astorga, o el Sanabrés por tierras orensanas.

Monumento que indica la separación de los caminos a Santiago del Sureste y de Levante frente a la iglesia de Santiago en Medina del Campo. Valladolid. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego;
Monumento que indica la separación de los caminos a Santiago del Sureste y de Levante frente a la iglesia de Santiago en Medina del Campo. Valladolid. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego;


Ruinas de un viejo molino de viento cerca de Villardefrdes. Camino a Santiago del Sureste a su paso por la provincia de Valladolid. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego;


Y DE COMER. Realizar el Camino hacia Santiago, sea el que sea, es una experiencia física dura y exigente. Por ello, junto al equipo y la forma física, una de las cosas que más se debe de cuidar es la alimentación. La realización de etapas que pueden rondar los 20 o 30 kilómetros supone una importante quema de calorías que deben de irse reponiendo a medida que se consumen. La recomendación más importante durante la marcha es la de hacer paradas cortas en las que reponer líquidos y consumir pequeñas cantidades de alimentos energéticos -como frutos secos, chocolate o galletas- además de fruta. Acabada la jornada, nada mejor que una cena temprana en la que, ya sí, darse al disfrute de la gastronomía local.

Los Caminos a Santiago en Castilla y León.
Los Caminos a Santiago en Castilla y León.


Si quieres conocer la descripción paso a paso del recorrido de estos tres importantes caminos jacobeos DESCARGA AQUÍ la guía completa en PDF que realicé (textos + fotos) para la DIPUTACIÓN DE VALLADOLID: “Los Caminos a Santiago en la provincia de Valladolid”.

Portada de la guía Los Caminos a Santiago en la provincia de Valladolid, escrita por Javier Prieto Gallego.
Portada de la guía Los Caminos a Santiago en la provincia de Valladolid, escrita por Javier Prieto Gallego.





Source: Siempre de paso

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