Junto a Japón, Islandia es uno de los países que he querido visitar desde siempre. En serio, desde que empecé a conocer cómo son sus paisajes y su modo de vida, este lugar me llamaba a gritos. Y en mi mente, no sé bien por qué, siempre parecía como un destino imposible, como uno de esos viajes que solo haces una vez en la vida y para el que tienes que prepararte a conciencia… y luego vamos nosotros y nos plantamos allí sin apenas tiempo para pensarlo, jajaja.
Cuando me preguntan si merece la pena, respondo muy rápido: sí, muchísimo. Volvería a ir varias veces para no dejarme nada sin ver. Creo que es de los pocos sitios que en conjunto ha superado mis expectativas con creces. Y no solo porque haya mucha lana y a buen precio :P
Islandia es tal y como lo ves en internet, en películas y en guías. Es salvaje, es inhóspito, es de postal, o de fondo de escritorio como decía un amigo. Desde que ves tierra por la ventanilla del avión, te deja con la boca abierta. Tengo preparados varios posts sobre el viaje, entre ellos uno con el itinerario más o menos detallado de cada día, lo que nos costó en total, etc. Pero éste es un post mini resumen de la experiencia, con algunas cosas que os pueden resultar útiles si estáis pensando viajar allí. Durante todos los días fui grabando trocitos de vídeo para unirlos después en un vídeo más largo, y también lo he puesto aquí porque creo que refleja muy bien lo que fueron esos días.
Si vas a viajar a Islandia, deberías saber que:
– La clave para no tener que hipotecarse reservando el avión y demás es escoger bien las fechas. En verano todo es carísimo porque es cuando van más turistas y en invierno hace demasiado frío y mal tiempo, pero los meses de primavera y otoño son perfectos (aunque te pueda pasar como a nosotros y que de repente cambie el tiempo antes de ir y sea casi invernal, jajaja).
– Lleva ropa de invierno. En primavera y verano también. El tiempo de Islandia es muy cambiante, puedes tener sol una hora y a la siguiente lluvia y viento huracanado. No vayas sin ropa de abrigo, un par de guantes, gorro, calcetines de lana y calzado impermeable. Es mejor no usarlos que necesitarlos y no haberlos llevado. El frío de allí nada tiene que ver con el de nuestro país.
– Su moneda es la Corona Islandesa, pero no hace falta que cambies dinero al llegar. Todo se puede pagar con tarjeta, y en muchos sitios es la única forma de pago que se acepta, como en las gasolineras.
– Los hoteles suelen ser muy caros, y muchas veces son granjas acondicionadas como hotel. La mejor opción para ver el país es alquilar una furgoneta, coche con tienda o autocaravana. Sale más barato que el hotel y tienes la ventaja de poder moverte por donde sea.
– Si alquilas un vehículo, mejor que sea 4×4. Hay muchas carreteras donde solo pueden entrar este tipo de coches (está prohibido entrar con coches normales) y teniendo en cuenta lo que ya he dicho sobre el tiempo, es lo más seguro y fiable. Antes de ir pensábamos que era un poco exageración, pero luego nos alegramos muchísimo de haber alquilado un 4×4.
– Siguiendo con el tema coche, ¡solo hay una carretera de circunvalación que da la vuelta a toda la isla! Una carretera como tal, asfaltada, grande. El resto de carreteras son caminos, pistas de grava o peor. A pesar de todo se conduce bien y tranquilamente, y el límite de velocidad está en 90 km por hora.
– Es un país caro. Una comida que aquí te costaría 20€ te puede salir por más del doble, aunque sea en un sitio normalito o en un puesto de perritos calientes. Por eso lo mejor es llevar todo lo que puedas de aquí, y una vez allí comprar en supermercados y dejar las comidas fuera para momentos muy puntuales. Nosotros por ejemplo hacíamos los desayunos fuera, para tomar un buen café, y el resto de comidas cocinábamos. En total puede que hiciéramos un par de comidas fuera, nada más.
– Sobre el café, muy importante: no es a lo que estás acostumbrada. Los cafés con leche son gigantes y por lo general, no demasiado buenos. Nos llevó tres días tomar el primer café decente.
– A los islandeses les encanta hacer vida en la piscina del pueblo. Son piscinas termales o climatizadas, y lo normal es ir allí como el que va al parque a hablar con las vecinas. Si vas rollo camping, no tendrás problema para ducharte y asearte, porque los vestuarios tienen de todo y el precio es más que razonable.
– Necesitarás defenderte en inglés. Todo el mundo lo habla.
– El tema de la luz también debes tenerlo en cuenta. Por la ubicación, los días no son como aquí. En invierno siempre es de noche y en verano siempre es de día. Nosotros nunca vimos oscurecer del todo, porque ahora los días ya se alargan, y por ejemplo a las 12 de la noche tenías la misma luz que aquí a las 8 de la tarde. Te despertabas a las 3 de la madrugada y seguías con luz. Es raro.
– Compra una buena guía. No importa si luego solo lees lo que te interesa, es la única forma de poder saber qué cosas no debes perderte. Asegúrate de que tiene buenos mapas y en cada punto de información donde veas que tienen mapas locales (son gratuitos), coge uno. Tienen información detallada de los puntos interesantes de cada zona.
– Olvídate de grandes ciudades. Reikiavik es lo más grande que verás. Para ellos un pueblo grande es aquel que tiene diez calles, por decir algo. Tenlo en cuenta a la hora de buscar tiendas, supermercados o restaurantes, porque en muchos solo encontrarás un par de cafeterías. Ahora, para mí esta es una de las mejores cosas de Islandia :)
– No comas platos exóticos. Pasa de la carne de tiburón o de frailecillo. Ellos ya no comen esas cosas, y es más para turistas que no saben todos los problemas medioambientales que tienen en Islandia a causa de esto.
Seguro que me dejo mil cosas más, pero ahora mismo esto me parece lo imprescindible para ir con conocimiento, jajaja. Las que habéis estado allí, añadid lo que creáis oportuno en los comentarios.
Aquí está el vídeo resumen del viaje. Estoy orgullosa de mí misma porque es la primera vez que viajo y recuerdo grabar con frecuencia. Ya iré mejorando en los próximos viajes :D
Espero que este post os haya convencido para marcarlo como futuro destino. Yo es pero volver por lo menos una vez más…