Lo pierde todo en el terremoto de México y crea una lavandería callejera

terremoto México
Fuente de la imagen: Telemundo
Hoy os quiero contar la historia de un hombre que a pesar de haberlo perdido todo ha sabido mirar hacia adelante y hacer frente a la situación. Se trata de Enrique Alcántara. Después del terremoto que afectó a México, la lavandería en la que  estuvo trabajando durante había quedado totalmente destruida, pero él se arremangó la camisa y “le devolvió la vida” a su antiguo trabajo con lo poco que quedaba en las calles.

El 19 de septiembre de 2017, México volvía a llenarse de miedo cuando sólo habían pasado 12 días después del enorme terremoto de magnitud 8.2 que sacudió la ciudad. La población sufrió un nuevo terremoto de 7,1. Esto hizo que muchas de las personas revivieran momentos muy dolorosos como los que tuvieron lugar en 1985 en los que murieron al menos seis mil personas por culpa de seísmos.

Entre los muchos mexicanos que han perdido a miembros de la familia, sus hogares y sus puestos de trabajo encontramos a Enrique Alcántara, un hombre de sesenta años que desde hace 10 años trabajaba en una lavandería y planchado en seco en Colonia Narvarte. El edificio en el que se encontraba su trabajo quedó completamente destruido por el terremoto.

A pesar de la grave pérdida, Alcántara no se rindió y junto al apoyo de la gente ha podido seguir trabajando. Mientras que el gobierno de México intenta reconstruir en la medida de lo posible todos los destrozos del seísmo, Enrique ha decidido seguir con su trabajo y se ha inventado una lavandería callejera.

Él es Don Enrique Alcántara del edificio colapsado ubicado en Concepción Beistegui #1534 esq Yácatas, Col. Narvarte. ¡Sumemos esfuerzos! RT pic.twitter.com/pofEO1n25Y

— MONTSE (@Monse8080) 9 de octubre de 2017

Sigue haciendo lo que hacía antes pero sin tener un techo sobre su cabeza, lo hace a través de las calles de la ciudad. Uno de sus vecinos le dio una plancha, y eso le ha sido suficiente para volver a trabajar recuperando las ganas de vivir y seguir adelante sin venirse abajo.

En un vídeo explica sus dificultades y su deseo de salir de esas:

Los comerciantes de la zona son los que ofrecen electricidad a Alcántara y recogen la ropa que luego le llevan para que él haga su trabajo sin perder la esperanza. Un gran ejemplo de motivación, de ganas de seguir pese a las dificultades y de compañerismo y generosidad por parte de los vecinos.

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