El encuentro entre la selección iraní y la selección española se transmitió desde Rusia a partir de pantallas gigantes.
El gobierno iraní había anunciado que permitiría el ingreso al evento también a mujeres para presenciar el partido del Mundial. Sin embargo, al final la policía les impidió la entrada. A poco menos de una hora para que comenzara el encuentro, la policía abrió las puertas para las mujeres.
El veto para las mujeres se impuso poco después de la Revolución, en 1979. Y en ella se imponían restricciones ultraconservadoras a las mujeres, que no podían ver encuentros deportivos entre hombres.