Tahití, en la Polinesia Francesa. Sol, arena, playa, montañas y cultura; son tantas las cosas que tiene esta hermosa isla para disfrutar, que no por nada, la Polinesia Francesa engloba las islas más codiciadas por los grandes aventureros del mundo entero.
La isla de Tahití es la más famosa, no solo por sus espectaculares playas, sino, también, por sus hermosos paisajes que inspiraron al gran y reconocido pintor Paúl Gauguin a plasmar sus grandes obras, resaltando la belleza de sus paisajes y modelos polinesios, siendo un verdadero espectáculo para cualquier amante de estas fascinantes islas.
El contacto con la naturaleza con sus majestuosas montañas y rodeada de playas de arena oscura, donde se mezclan las culturas de todos los archipiélagos, es una gran experiencia para disfrutar en pareja, solo o en familia, y se guardará en la memoria como uno de los recuerdos vividos más fascinantes.
Tahití es el corazón de todas las islas a su alrededor, y el punto de partida para visitar otras cautivadoras islas. En ella se encuentra el aeropuerto más importante de la Polinesia Francesa y el único aeropuerto internacional del territorio, por lo que visitar Tahití se hace obligatorio para cualquiera que visite la Polinesia Francesa.
Bora Bora. También en la Polinesia Francesa, es un verdadero paraíso de tranquilas aguas cristalinas y majestuosas lagunas poco profundas, donde la práctica del buceo se convierte en pasión.
Isla de Pascua, Chile. Es atractiva por sus playas prácticamente vírgenes y grandes tesoros arqueológicos, atrayendo a miles de turistas a disfrutar de sus exuberantes bellezas naturales, dignas de reconocimiento de la UNESCO en 1995 como patrimonio de la humanidad.