Durante las más de 2.000 millas de frontera, México y los EE.UU. distribuyen dos enormes ríos, el Rojo al oeste y el Bravo al este. El tratado de 1944 regula los derechos y obligaciones de los dos vecinos. Los USA tienen que dar 1.8 billones de metros cúbicos de agua del Río Rojo todos los años en lugar de que el gobierno mexicano otorgue 2.2 billones de metros cúbicos del Río Bravo cada cinco años. Comunmente, México tuvo inconvenientes para cumplir sus compromisos a tiempo, juntando retrasos y deudas sin superiores secuelas de parte de la Administración de los USA. Hasta la actualidad.
Tras heredar la deuda amontonada a lo largo del fin del sexenio de Felipe Calderón y el orden de Enrique Peña Nieto, México debe dar a los EE.UU. unos 319 millones de metros cúbicos antes del 24 de octubre. Y en esta ocasión, su vecino del norte está pulsando las tuercas. Y también antes de la carta del gobernador republicano de Texas a Pompeo, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador había exhibido entre líneas que la presión medra mientras se agregan las solicitudes de los propios labradores mexicanos.
Para julio, las solicitudes de los productores de Chihuahua ahora estaban en incremento. El gobierno envió a la Guarda Nacional y el presidente mexicano prometió asegurar el agua para sus cultivos este año. Además, López Obrador deslizó la consideración de no ingresar en ninguna guerra diplomática con Washington: “Debemos cumplir el acuerdo en el mes de octubre, en el mes de noviembre son las selecciones en los USA. Si se toma la bandera de que no cumplimos los pactos, comienzan a reclamar que haya represalias y nos cierran la frontera con tarifas”.
Las opciones de que Trump fuerce un endurecimiento de los términos del tratado son recónditas. Nuestro texto legal establece que el próximo período para la revisión es el 2026. Mas lo que puede ocurrir es que utilice la disputa fronteriza como un nuevo ariete electoral, levantando el espectro de la victimización y esgrimiendo el castigo con apariencia de aranceles. Además, Texas es uno de sus graneros electorales y, específicamente, los hombres de negocios blancos del campo del sur de EE.UU.
Tensión en Chihuahua
La creciente tensión en Chihuahua además tiene una lectura clave en la política nacional. López Obrador ha acusado al gobernador del estado, Javier Corral, del derechista PAN, de estar tras los altercados de los productores locales. “La región norte es PAN, y esto estimula la mezcla de intereses partidistas. Mas es imposible denegar que hay un inconveniente y una preocupación lícita de parte de los productores agrícolas de Chihuahua”, asegura Víctor Quintana, estudioso de la Facultad Autónoma de Localidad Juárez.
Entre los 4 estados del norte que tienen que renunciar al agua del Río Bravo, Chihuahua es el único que no recibe agua estadounidense del Río Rojo. Además es quien se encarga de proveer más de medio volumen total en un contexto de severa sequía -este verano registró temperaturas de hasta 45 grados centígrados- porque tiene el más grande afluente del Río Bravo, el Río Conchos. “Esta cuenca es especialmente vulnerable gracias a los arduos problemas de deforestación ocasionados por la expansión urbana. En 1944 no hubo desarrollo de localidades como la presente, ni, más que nada, la presión del cambio climático”, apunta Helena Cotler, estudiosa del centro Geo, ligado del Conacyt. Según un reciente reporte de su centro de estudios, la cuenca del río Conchos padecerá, en el ámbito conservador, un incremento de la temperatura del aire de dos grados centígrados hacia finales del siglo XXI, de esta forma como un incremento de la evaporación potencial de hasta un 7%.
Los productores de Chihuahua se preocupan no tanto por las cosechas del actual año, ahora que el presidente les garantizó el suministro de agua a lo largo de esta temporada, sino más bien por las de los próximos años. La Guarda Nacional, encargada provisionalmente de los tres embalses de la región, está abriendo las puertas de las presas para dar el agua al costado estadounidense según lo acordado. “Esto está provocando bastante nerviosismo entre los productores porque las entregas jamás antes se habían hecho de esta forma, sino más bien por medio del agua de lluvia. Se preocupan futuras escaseces, aparte de alegar que ahora han comprado su cuota mas que la Conagua [la entidad federal responsable] no ha usado esa agua para llevar la deuda a los EE.UU., sino más bien para los cultivos de regadío en Tamaulipas”, añade Quintana.
Guerra electoral
Si la presión diplomática sigue creciendo, las aguas fronterizas podrían transformarse en un nuevo problema realmente grave para México, como ocurrió el verano pasado con los flujos migratorios, en el momento en que Trump logró que su vecino militarizara la frontera en lugar de que USA retirara su amenaza de imponer aranceles. La guerra electoral para la Casa Blanca se aproxima y México ahora se prepara para intentar amortiguar los golpes que van a venir del lado republicano. La última amenaza fue el miércoles pasado, en el momento en que Trump conminó con sancionar a México si no “hacía más” en la pelea contra el narcotráfico.
El presidente mexicano prosigue de esta forma con su política de brazos libres hacia Trump como medida de contención a la amenaza de que los USA recobren la estrategia del palo y la zanahoria. “Desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en 2016, las solicitudes en la Administración para llevar a cabo más rigurosos los términos del tratado de 1944 fueron medrando. Hasta el punto de que en este preciso momento han trascendido la esfera local y se convirtieron en un tema electoral de la misma manera que la migración o bien el tráfico ilegal en la frontera”, apunta Jesús Gallegos Overa, instructor de la Capacitad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
Las reservas de agua de las presas de todo el mundo en México están en su punto más bajo, según datos de la Comisión En todo el mundo de Límites y Aguas (CILA). Muchas voces adelantan que México no va a poder realizar sus obligaciones de distribución el 24 de octubre. El ámbito más posible se ve ser un postergamiento del pago, una variación tolerada en el acuerdo que ahora ocurrió en otras oportunidades y que nucléa muchas de las protestas de parte de los USA. Además va a haber que aguardar para corroborar si Trump, obligado por los plazos legales, regresa a sacar la bazuca comercial para apretar a su vecino a aprovecharla en época de selecciones.
Fuente: este post proviene de geopolitico, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado: