Cuando un proyecto o un trabajo va en contra de tus principios:
Después de valorar mucho la propuesta/ proyecto he llegado a la conclusión de que no encaja en nuestra filosofía / modelo de negocio.
Cuando un cliente está desinformado y perdido. No sabe lo que quiere:
Nuestra especialidad es esta, y en este sentido podríamos hacer esto y esto, pero creo que el trabajo que realizan estas otras dos empresas encaja mejor con tus necesidades.
El cliente regatea y pide descuentos inaceptables:
Ahora mismo no es posible realizarle este descuento que nos pide, ya que para poder realizar un trabajo de calidad es necesario un presupuesto como el que le indico, pero en futuros pedidos le garantizo un 5% de descuento.
No sabe cómo lamento el error, el precio que le di estaba equivocado, en realidad es este otro X(más alto que el anterior), pero como el error ha sido mío, me comprometo a mantanerle el importe que le envíe.
Cuando el cliente varía el proyecto sobre la marcha:
De acuerdo con el presupuesto realizado, el servicio acordado es este otro en este plazo de tiempo, pero si quiere introducir cambios, el precio se incrementará un X% .
Cuando hay riesgo de impago:
Para este tipo de trabajos, nosotros establecemos un plan de pagos por adelantado.
Cuando el cliente no tiene la razón:
Puedo hacer lo que me pides, pero creo que no es el mejor camino. N o obstante sdi quieres seguir adelante te ayudaré en el proceso. Para mí es menos rentable pero es la única formas de que puedas conseguir lo que quieres.
Fuentes: Emprendedores, Sep 2011
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