La resiliencia.

Según Wikipedia el término resiliencia se refiere a la capacidad de los sujetos para sobreponerse a los períodos de dolor emocional y situaciones adversas. Cuando un sujeto o grupo es capaz de hacerlo, se dice que tiene una resiliencia adecuada, y puede sobreponerse a contratiempos o incluso resultar fortalecido por éstos. Actualmente la resiliencia se aborda desde la psicología positiva, la cuál se centra en las capacidades, valores y atributos positivos de los seres humanos y no en sus debilidades y patologías, como la psicología tradicional. El concepto de resiliencia se corresponde aproximadamente con el término entereza. A veces los grandes logros se producen a causa de una intensa emoción.

Según Clement Stone y Napoleón Hill la actitud mental positiva exige de un buen nivel de energía. Cuando nos sentimos fatigados, nuestros sentimientos, emociones y acciones cotidianos se van volviendo negativos. Una vez descansamos y gozamos de buena salud, el proceso se invierte. A menudo la fatiga saca lo peor que hay en nosotros.

En su obra también afirman que a diferencia de los animales, el hombre mediante el funcionamiento de su conciencia, puede controlar voluntariamente sus emociones desde dentro. Sólo él puede cambiar deliberadamente sus hábitos de respuesta emocional.

Para poder controlar nuestras emociones no debemos de desperdiciar nuestra energía mental y espiritual con emociones erróneas. Debemos sustituir  los sentimientos negativos por los positivos.

“Un fracasado gasta tanta energía en su tarea de fracasar como la que gasta una persona afortunada en alcanzar el éxito”.- Napoleón Hill.

Cuidar de nuestra salud, llevar una buena alimentación, descansar lo necesario y pensar en positivo, contribuye a estar en condiciones óptimas para afrontar nuestro día a día y asimismo, es una buena base para que seamos capaces de manifestar buenas emociones.

Cuando te sientas cansado, soñoliento, antipático, irritable, sarcástico, nervioso y excitable es posible que necesites recargar tu energía.

Puede que no te sientas con fuerza para afrontar el día con entusiasmo, que notes que te falta el empuje  necesario para rendir y manifestar emociones positivas.

Si te falta alegría y ganas de emprender y ser productivo…, puede que debas reflexionar al respecto.

 

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