La firma dio un adelanto de uniformes que serán usados por atletas que compiten en atletismo, baloncesto, fútbol y patineta durante los Juegos Olímpicos de 2020 en Tokio, Japón, desde su sede en Nueva York.
Hoke, quien trabajó con la compañía durante casi tres décadas y dirigió el diseño en siete juegos olímpicos, destacó que cada equipo se sometió a pruebas rigurosas y exhaustivas con los mejores atletas en el Laboratorio de Investigación Deportiva Nike en Oregon.
También representa la mayor demostración de la compañía hasta el momento de que la sostenibilidad no tiene que significar sacrificio: estético, deportivo o de otro tipo.
Los atletas del equipo de EE. UU. que compiten en aproximadamente la mitad de los eventos, desde atletismo hasta fútbol y patinaje de velocidad, usan un kit de Nike.
Gracias a un acuerdo firmado el año pasado, esa casi ubicuidad persistirá al menos durante los Juegos de Verano 2028 en Los Ángeles.
Las polemicas zapatillas Vaporfly
Pero para Nike no todo ha sido felicidad, sus controversiales zapatillas Vaporfly, se han convertido en un punto álgido de la moda deportiva.Según informó el diario The Times, un grupo de atletas se quejó a la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) sobre las zapatillas en cuestión, y el organismo rector del deporte estableció esta semana “un grupo de trabajo para valorar los problemas”.
La polémica se centra en la composición de espuma y fibra de carbono de la suela, que actúa como un resorte para ayudar a los corredores a obtener el mayor impulso de cada zancada. Un cuerpo técnico que está analizando las zapatillas Nike está listo para entregar sus hallazgos a fines de este mes.
Las controvertidas zapatillas Vaporfly de Nike han evitado una prohibición antes de los Juegos Olímpicos de Tokio de este verano, luego que el World Athletics, la organización que gobierna la mayoría de los eventos internacionales de atletismo, anunció el viernes nuevas regulaciones de calzado.
La suela Vaporfly tiene exactamente 40 milímetros de grosor, según Runner’s World. Los zapatos con puntas unidas por una placa adicional deben tener un grosor de suela de 30 milímetros o menos.
Las reglas actuales de World Athletics dicen que las zapatillas para correr no pueden conferir ninguna “asistencia o ventaja injusta” y deben estar “razonablemente disponibles” para todos.
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