El segundo hombre más poderoso del mundo: La vida del Almirante William D. Leahy, Jefe del Estado Mayor de Roosevelt
Phillips Payson O’Brien. 544 pp.
Dutton, 2019. 30 dólares
Sólo cuatro hombres de la Marina de EE.UU. han llevado la insignia de cinco estrellas de un almirante. Entre sus filas, William D. Leahy es el menos conocido y, como Phillips Payson O’Brien argumenta en una nueva biografía, el más subestimado. Leahy no comandó la Marina de los Estados Unidos como Ernest J. King, no dirigió operaciones navales en el Pacífico como Chester Nimitz, ni ganó batallas en el mar como William F. “Bull” Halsey. Sus contribuciones entre bastidores fueron evidentes sobre todo en la influencia que tuvo en la estrategia americana y aliada como jefe de personal del presidente Franklin D. Roosevelt y en la presidencia del Estado Mayor Conjunto. En estos papeles, O’Brien argumenta que Leahy tuvo una influencia enorme tanto en la política americana como en la estrategia de los aliados. De hecho, afirma que en 1944, cuando la salud de Roosevelt declinó precipitadamente, Leahy había asumido muchas de las cargas de la propia presidencia, convirtiéndose, como afirma el título del libro, “en el segundo hombre más poderoso del mundo”.
La de O’Brien es una biografía completa que cubre la juventud de Leahy, su carrera naval en servicio activo y su desafiante papel como embajador americano en la Francia de Vichy en 1940-41. Pero es al describir el papel de Leahy en la Casa Blanca de Roosevelt que O’Brien hace su declaración más fuerte. Su libro desafía la biografía de Leahy de Henry H. Adams de 1985, Witness to Power , lo que implica, al menos, que el significado de Leahy era principalmente que estaba presente cuando se desarrollaban eventos importantes. Por el contrario, Leahy de O’Brien es un Maquiavelo de la escalera trasera que “usó la confianza del presidente… para garantizar que los Estados Unidos siguieran sus ideas estratégicas”.
O’Brien destaca los días que Leahy pasó con el presidente, a menudo solo, especialmente después de 1943. Dice que FDR encontró a Leahy “eficiente y minucioso”, “tranquilo y sensato”, “leal y directo”. De hecho, la lealtad de Leahy puede haber sido su característica más destacada, una que le permitió, en palabras de O’Brien, asumir “un papel especial en la vida de Roosevelt” como asesor de confianza y amigo personal cercano. Los lectores pueden decidir por sí mismos si O’Brien se extralimita cuando, en títulos de capítulos consecutivos, afirma que Leahy se convirtió en el “Presidente en funciones” y que la Segunda Guerra Mundial se convirtió en la “Guerra de Leahy”.
En el proceso de elevar a Leahy, O’Brien desafía la opinión dominante de que el confidente de FDR, Harry Hopkins, era el miembro preeminente de la familia oficial del presidente…
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