Darío vs. los escitas 512 A.C.
Provocado por los ataques escitas, el rey Darío I de Persia cruzó el Danubio en Tracia (en la actual Bulgaria) y persiguió a los jinetes nómadas a cientos de kilómetros en la estepa. Sin ciudades que defender ni cosechas que cosechar, los bárbaros se mantuvieron en movimiento y fuera del alcance del pesado ejército persa. Frustrado y con su ejército exhausto y hambriento, Darío se rindió y venció a una miserable retirada de vuelta a Tracia, corriendo los escitas hasta el puente a través del Danubio.
Marcha de los Diez Mil 401-399 A.C.
El príncipe Ciro el Joven desafió a su hermano, el rey Artajerjes II, por el trono persa, reuniendo un ejército que incluía mercenarios griegos. Aunque salió victorioso en la batalla de Cunaxa, cerca de Babilonia, Ciro fue asesinado, dejando a 10.000 griegos varados en lo profundo del Imperio Persa. El historiador griego Xenofonte, que se había unido al ejército de Ciro, guió valientemente a los mercenarios en un angustioso viaje de regreso a casa a través de unas mil millas del norte de Mesopotamia y el montañoso paisaje de Anatolia, luchando contra tribus salvajes durante todo el camino.
Washington on the Lam 1776
La campaña del Ejército Continental en Nueva York fue una serie de retiros humillantes. Una fuerza americana demasiado confiada se instaló en Brooklyn Heights en Long Island, sólo para ser sorprendida y superada por los británicos. Gracias principalmente a la niebla que cubría el East River, George Washington y sus hombres se escabulleron por la noche a través del East River hacia Manhattan, y luego se retiraron a la punta norte de la isla y a White Plains. Eventualmente, tuvieron que huir al sur hacia Nueva Jersey y a través del río Delaware hacia Pennsylvania. Se produjeron deserciones generalizadas, junto con una fuerte caída en los alistamientos.
Fría, dura verdad 1812
La larga retirada de Napoleón de Moscú hizo que el Gran Ejército cayera y comenzó la caída del hombre que una vez había sido amo de Europa. Las tácticas de tierra quemada y los constantes ataques de los rusos, combinados con las temperaturas que alcanzaron los 35 grados bajo cero, devastaron la fuerza francesa de 500.000. Napoleón regresó con menos de 10.000 hombres.
Una tragedia italiana de 1917
Inmortalizado por el libro de Ernest Hemingway A Farewell to Arms , la retirada italiana de Caporetto el 24 de octubre fue uno de los momentos más trágicos de la Primera Guerra Mundial. El comandante italiano, el mariscal Luigi Cadorna, había quebrantado el espíritu de sus tropas con una dura disciplina y la destitución de cientos de generales y otros oficiales. Enfrentados a una ofensiva austro-húngara-alemana, los italianos se retiraron unas 16 millas en el primer día de la batalla, algo extraordinario para una guerra donde los ejércitos…
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