LA CORRIDA
(Seguidillas con bordón)
Suenan ya los clarines
y el paseíllo
está para iniciarse,
deslumbra un brillo
de oro viejo,
en la arena del coso,
brillo de espejo.
Seguro y lento el paso
sobre el albero,
la mano en la montera,
reza el torero
con devoción
al Cristo del Poder
una oración.
Luce sus largas velas
fiero morlaco,
en medio de la plaza,
quieto "Chamaco"
allí le espera,
inmóvil lo recibe
por revolera.
Empuñando su pica
los picadores,
al toro en lo más alto,
pintan colores.
Sobre el morrillo,
rojos amapolados
de intenso brillo.
Con muleta y estoque,
el matador,
deja cuadrado al bicho
y con valor
a la res cita
marcando volapié.
¡La gente grita!...
¡Olé? torero? olé!...
El respetable,
agita sus pañuelos,
por razonable
piden la oreja,
en sus rostros el gozo
fiel se refleja.
JJRME (Terly)