Hola a todos y bienvenidos un día más. Ya estamos a jueves y toca reflexión improvisada. Así que con un café bien calentito y mi gatito inspirándome, empezamos.
Hoy se acaba febrero, y no puedo evitarlo, me alegro.
Ya os lo dije el año pasado aquí y en un post de este año volví a repetirlo; este mes se hace eterno.
Hace años, leyendo un relato escrito por mi madre encontré la frase que lo describe, el mes más corto es el que se hace más largo.
El año pasado mi febrero fue horroroso, pero horrible, con lesiones, pruebas médicas a un familiar, esperas, noches de hospital y todo el desenlace con funeral y dolor.
Este año lo esperaba con una mezcla de sensaciones porque también tiene cosas buenas así que lo esperaba entre el amor y miedo, que diría David Civera, pero como no me gusta adelantar acontecimientos tampoco pensaba demasiado en ello, y me fui dejando llevar. Y no ha estado tan mal.
He ido a un concierto del coro de mis hijos, he salido a pasear, a merendar, a la finca...
He cogido ramos de mi flor preferida, la mimosa, y me he dejado embriagar por su perfume.
Un familiar tenía que realizar una intervención y todo ha salido estupendamente. Y mi gato, que tanto me preocupaba, va mucho mejor.
Claro que hay cosas, siempre las hay, pero el mes se ha io deslizando y no ha sido terrible, ni siquiera malo.
El buen tiempo que estamos teniendo(y que por desgracia nos está regalando incendios) me ha permitido disfutar mucho. Cuando salgo un poco de la ciudad los caminos lucen espectaculares, los árboles floridos lo adornan todo, el amarillo de la mimosa, el rosa de los ciruelos y melocotoneros, esos brotes que anuncian cerezos en flor...
Y la playa también está genial con su olor a bruma y a sal.
Los prados y jardines de la ciudad están salpicados de margaritas, esas que se van a dormir cuando el sol se retira, que quedan cerraditas hasta el día siguiente.
Y febrero generalmente huele a Carnaval, y eso sí que me gusta. Este año cae un poco más tarde pero sigue siendo genial, es un época que me encanta.
Para ir acabando diré que en realidad no hay mes malo, sí que puede haber momentos, instantes difíciles, etapas complicadas o épocas que no son fáciles de llevar pero siempre, siempre, podemos encontrar un momento bueno.
Además me he enganchado a una serie en Netflix y veo a ratitos La voz, así que es otro entretenimiento.
Y con la pila de libros pendientes que tengo, porque los Reyes han sido muy generosos, mi hermana ayer me regaló el último de Bridget Jones y claro, el libro, que tiene vida propia, se ha colado y ya lo he empezado. Lo siento, sé que me va a defraudar pero no pude evitarlo.
Para acabar diré que empiezo marzo con muchas ganas y con ilusión. Tengo ganas de primavera pero también de aprovechar el presente, tengo algunos proyectos y mucho margen para la improvisación y sobretodo tengo ganas de ser feliz y también quiero que todo el mundo sea feliz porque no hay nada mejor que estar rodeado de gente feliz. C reo qu eeso se contagia.
Bueno pues después de tanta divagación para decir que no me gusta febrero pero que no ha estado tan mal, me despido hasta el sábado, en el que volveré con mi resumen especial y algún especial.
Mil gracias por leerme y hasta el sábado.