Hola a todos!!!!¿Qué tal el verano? Se nos escapa el mes, julio es un mes precioso, me gusta mucho más que agosto y se nos va de las manos, ainnnnns.
Ya sabéis que toca post improvisado, hoy no me he levantado pronto porque ejerciendo mi faceta de madre de la Pantoja fui a un concierto de mi hijo y ya no tengo edad, jejeje, el cansancio me puede, acabó a las dos y media de la mañana, y estuvimos saltando sin parar así que en vez de esperar a mañana he pensado en ponerme ahora a escribir algo, así que sin pensar me lanzo. Mi gatito me acompaña aunque se siente desubicado, jejejey eso me inspira. Y sin más rollo empezamos.
Hoy quería reflexionar sobre el ritmo de vida tan loco que llevamos. El domingo pasado fui a una comida familiar con primos segundos y terceros, de esos que tienen poca sangre en común pero que los queremos a rabiar, y también estuvieron familiares más directos y al pasar un día tan bonito con todos ellos, sin hacer gran cosa, solo charlar, reírnos y disfrutar, me di cuenta de lo poco que nos vemos.
Algunos viven lejos y lo veo normal, pero otros viven realmente cerca y llevábamos un año sin vernos, nos vemos en bodas, bautizos, funerales, comuniones y en esta comida que hacemos cada año aunque a veces falta alguno.
Y pensándolo en frío me di cuenta de que en realidad no es tan difícil.
Cuando era pequeña veía a estos familiares mucho más a menudo, mis padres intentaban que mantuviéramos el contacto, y aunque a los del pueblo los veíamos solo 3 o 4 veces al año, al resto los veíamos en cumpleaños, comidas todos juntos, alguna tarde de parque, buscaban la manera.
Y con los amigos queridos hacían lo mismo.
Yo no sé si ahora nos conformamos con hablar por whatsapp o qué pasa, pero tengo amigas y familiares a los que no veo nada y los tengo al lado.
Sé que no es solo culpa mía, es de ambas partes pero al menos yo me he planteado cambiar esto, intentar sacar algo de tiempo.
Ya he contado que me voy unos días al pueblo de mi suegra, y me he dado cuenta de que hace mucho que no veo a algunas personas de allí, eso es lógico porque vivimos lejos y el año pasado yo no fui, pero voy a remediarlo y los días que esté intentaré pasar tiempo con ellos, y si vienen en Navidad sacaré tiempo para juntarnos todos.
No quiero que el tiempo nos separe más. Antiguamente cuando alguien emigraba, muchas veces acababa perdiendo el contacto con los suyos, y siento que eso pasa ahora aunque vivamos a cien metros.
En mi caso mis amigas han sido madres más tarde que yo, y es muy complicado ajustar los horarios porque estamos en etapas muy diferentes pero bueno, aunque sea una tarde de vez en cuando tenemos que intentarlo.
Menos mal que con los más cercanos eso no me pasa, pero pienso que si seguimos a este ritmo puede acabar pasando.
La verdad es que ya empiezo a divagar y no sé si a todo el mundo le pasa igual o es algo que solo ocurre en mi familia, que además nos llevamos bien, no hay problemas y nos encanta reunirnos. Lo malo es que por semana andamos todos a mil y los fines de semana uno tiene que llevar al niño a un cumple, otro tiene una comida de empresa, otro tiene trabajo atrasado, los chicos mayores en invierno tienen que estudiar y en verano están a otras cosas.
Por este tipo de cosas inventé las cenas especiales de los viernes, que tenéis en la etiqueta con este nombre si os apetece echar un ojito. Y aunque desde que falta mi padre me he visto incapaz de seguir haciéndolas, durante muchos años me sirvió para reunir a los más cercanos. Y con ellos sigo haciendo planes de vez en cuando, pero es complicado.
Ahora mismo intento mantener el contacto porque mis hijos son mayores y no quiero que se desvinculen, también es su familia y se quieren, y creo que hay que predicar con el ejemplo. Y además para reunirse no hay excusas, no hace falta ir a comer una mariscada, cualquier área recreativa nos sirve, o un parque cercano, da igual, lo importante es estar juntos, con llevar unas tortillas ya vale, aunque al final siempre nos complicamos buscando el sitio ideal y llevamos un montón de cosas, jejejeje, pero lo importante es estar juntos, reírnos y hablar.
Tengo más quedadas familiares este verano y pienso saborearlas a tope, pero no lo hago como una obligación sino porque quiero estar con ellos.
Porque lo de la obligación daría para otro post, no me gusta que la gente se reúna por obligación, lo importante es estar con las personas que queremos, y no es necesario que sean familias, hay amistades que son casi más que familia.
Yo recuerdo a algunos amigos de mis padres que siempre han estado, en todos los momentos, y me traen tan tan buenos recuerdos...todos disfrazados en Carnaval, regalos de reyes muy chulos, tardes de cine con ataques de risa...el caso era hacer cosas juntos, sin obligaciones ni compromisos, solo porque queríamos compartir momentos. Y aunque ahora la mayoría de los hijos de ess amigos, con los que crecí, viven fuera de Asturias sigo teniendo contacto, y cuando nos reunimos parece que no ha pasado el tiempo.
Bueno, no quiero extenderme más que dormir tan poco me tiene espesa, en mi cabeza aún resuenan las notas de rock y el cansancio que siento me recuerda que no debí saltar tanto, pero necesitaba hablar de esto, llevo varios días con esto en la cabeza, el domingo, al hablar entre los familiares de lo poco que nos vemos daba la sensación de que éramos famosos con las agendas repletas y en realidad no es tan difícil.
Muchísimas gracias por leerme, ahora intentaré dormir y nos vemos el sábado en el repaso de la semana y el lunes con un post nuevo. Espero que esteis disfrutando de un gran verano.
Y vosotros; ¿veis a los seres queridos menos de lo que os gustaría?¿Sois de los que intentáis sacar tiempo? ¿Vivimos demasiado deprisa?
Hasta el sábado!!!!!
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