Los mejores momentos que nos dejó octubre
Hola a todos y bienvenidos un día más. ¿Qué tal ha ido el puente? Yo he disfrutado mucho, y he desconectado, que lo necesitaba.Hoy vengo con los mejores momentos que nos ha dejado octubre, y he recordado que hace 5 años de mi primer I´m currently loving, así que se me ha ocurrido dejar el enlace(es muy flojito pero bueno, es el primero). Podéis verlo aquí, y sin más rollo vamos a por el que nos toca.
Antes de editar os recuerdo que las fotos son mías, son de octubre y están si editar para captar lo que ha sido el momento, quiero guardar los recuerdos tal cual.
Octubre ha sido un buen mes aunque no tan bueno como septiembre. He tenido menos montaña, pero el otoño se va dejando sentir.
Salir por la mañana temprano y encontrarse con remansos de paz llenos de aves descansando y reflejos y destellos es un regalo de la vida.
Como lo es pasear por la zona antigua rodeados de edificios de otros tiempos, modernistas y llenos de historia e historias. ¡Otro regalo de la vida!
Caminar por el puerto deportivo un día nublado es tan agradable que apetece pasear y pasear, sin parar un instante.
Si seguimos en Gijón no podemos perdernos la playa, que en los días nublados huele y sabe a sal.
¡Cuánto me gustaría sentarme en lo alto de esta silla y pasar horas mirando!
Otras veces pude escaparme al campo, y deleitarme con esos tres árboles recortados contra un cielo anaranjado y que parecen formar parte de alguna historia misteriosa.
Y claro, suspirar y morir de amor con este ternerito y su mamá, que son tan preciosos.
El otoño regala puestas de sol cargadas de nostalgia, ocasos que templan el alma y avivan la imaginación.
Pasear por calle donde los comercios nos regalan sus mejores colores siempre es un aliciente.
Y descubrir que no olvidamos a los que no están, a esos que todos recordamos, hace que una tarde cualquiera sea mejor.
También tuve la oportunidad de acudir a un encuentro maravilloso, con una autora que es mucho más que una autora.
Y una de las plazas más bonitas de la ciudad luce preciosa en otoño.
Este octubre, con las lluvias ausentes, muchos días nos ha regalado paseos en bicicleta, parece que a todos les apetece pedalear y disfrutar del buen tiempo.
A veces, paseando sin grandes pretensiones nos encontramos dibujos de los que sacan una sonrisa.
Hay rincones a los que vuelvo una y otra vez, lugares que vieron bautizarse a mi madre y hacer la Comunión a mis hijos, rincones en los que mi abuelo jugaba con mi hija y mi tío jugaba con mi hijo, sitios donde gastamos grandes momentos. Esos sitios.
Y en esos rincones del recuerdo las gaviotas quieren descansar. Quizás ellas también se sientan nostálgicas.
Las luces del atardecer a veces nos regalan rayos misteriosos y preguntas. ¿Por qué hay un árbol apartado del bosque, solitario y quizás triste?
Otras veces nos fuimos de paseo y vimos a una cantante(os lo conté aquí) y lo que era un paseo cualquiera se convirtio en EL PASEO, pero no por ver a una famosa, fue por la sensación de felicidad que nos acompañó todo el tiempo, desde que salimos hasta que llegamos.
El otoño es el momento de las excursiones. Esta vez aprovechamos una actuación de mis hijos. Este auditorio no es el más bonito que conozco pero sí de los que mejores recuerdos guardo.
Las hojas rojas que alfombran la calle me transmiten tantas cosas...
Y las casas con esa luz que las rodea, los aviones cruzando el cielo del atardecer, esos aromas amalgamados que invaden el aire y nos embriagan...eso es el otoño.
Y también lo urbano y lo industrial a veces convive, y luego muere; me gusta de vez en cuando sentir esa decadencia suburbana que me hace pensar en Transpoitting o en años pasados. Esa también tiene su encanto en otoño.
Para ir acabando diré que algunas mañanas aprovechamos para subir cuestas empinadas junto al mar, charlando y sin prisa.
Y otras disfrutamos de la tranquilidad del barrio alto, algo que no es fácil pues siempre está lleno de vida.
Y nos vamos con sabor a otoño, a sidra dulce y manzanas, las que lavó la lluvia y acarició el sol, las que vi crecer este verano y ya son parte de la cosecha.
Así que decimos adiós a octubre deseando que noviembre sea un buen mes, que todos tengamos salud y las cosas poco a poco se vayan arreglando.
Mil gracias a todos por leerme y hasta el jueves, que nos toca reflexionar.