Hola a todos y bienvenidos a todos. ¿Qué tal ha ido el finde? Espero que fenomenal.
Hoy vengo con un repaso de los mejores momentos de julo, un mes extraño, que me ha traído momentos duros, momentos complicados y en los que algunos días no tuve tempo de nada. Pero también pude encontrar el equilibrio y disfrutarlo a tope a pesar de los muchos días de mal tiempo que nos ha dejado.
Y sin más rollo empezamos.
Comienzo diciendo que de las 22 fotos hay 5 que ya había puesto en Instagram y Facebook, el resto son nuevas.
Julio es el mes de la playa por excelencia, de las que están cerca y de las que están lejos, de las tranquilas y las abarrotadas porque cabemos todos, incluso los surfistas al atardecer.
Y es el mes de coger las carreteras serpenteantes y partir sin rumbo entre verdes prados.
O irse a la finca a leer hasta que el sol ya se ha ido a dormir, sin más ruido que el canto de los pájaros o el suave susurro del viento, y sin más luz que la que el sol quiera brindarme.
Gijón se viste de fiesta en verano con un montón de actividades de las que ya os hablé otros años y que no me pierdo, por ejemplo La Semana Negra.
Pero los días nublados no han querido dejarnos, así que hay que buscarles el encanto y dejarnos caer por otras playas y disfrutar porque sin sol el agua está más calentita.
Y claro, la lluvia nos regala muchas cosas, seguro que dentro de poco estamos comiendo estas moras que ahora crecen felices y tranquilas.
De vez en cuando me gusta dejarme caer por pueblos o por pequeñas ciudades industriales en cuyos parques siempre hay vida, y kioscos, que me gustan a mí los kioscos.
Y las calles aparecen tranquilas bajo el sol abrasador, solo nos acompañan nuestros pasos y nuestras reflexiones.
Adoro pasear por la playa de mi ciudad aunque el tiempo se niegue a acompañarme, tiene mucho encanto cuando la lluvia amenaza.
Otros días nos fuimos a mi playa favorita del mundo mundial y volví a casa nueva, con ilusión y ganas de muchas cosas.
¿Hay algo más relajante que contemplar los barcos sin prisa? Pocas cosas se me ocurren.
Y julio también invita a pasear de noche, sin prisa y muchas veces sin chaqueta, es el mes de los días eternos.
Otros días no nos complicamos y vamos a nuestra playa, a la que está a cinco minutos de casa, y lo disfrutamos mucho, pero mucho mucho porque a veces lo sencillo y cotidiano es lo que mejor sabe.
¿Os gustan los helados? Tomar uno mientras intentas ver un eclipse de luna es genial, porque aunque las nubes oculten el eclipse el rojo se deja ver en el cielo, por algo lo llaman luna de sangre, y convierten mi helado de dulce de leche y banana split en lo más rico del mundo.
Ya sabéis que me encantan los lavaderos y los abrevaderos, he puesto muchos y no me canso así que este mes os dejo este que está en una playa, otra de mis favoritas desde que era pequeña.
Y si algo destaco de julio son los atardeceres, me encanta contemplarlos o volver a casa mientras me acompañan. ¿No so parecen preciosos?
También me gustan los contrastes, esos prados que ya han sido segados, que han sido despojados de las hierbas altas que tanto me gustan e inspiran y tienen cierto aire otoñal con los rollos de hierba seca.
Ya os decía que julio llegó cargado de fiestas, una de ellas es El Arcu Atlánticu, y entre las muchas cosas que me gustan destaco escuchar música celta por la noche, y cantar y bailar al son del pandero, de la gaita y las voces bonitas.
Y claro, la estrella de julio ha sido Bunbury, menudo conciertazo. Ya había visto a casi todos los grupos españoles de los 80 y 90 y con Bunbury siempre he tenido algún problema así que cumplir este sueño ha sido genial.
Siiii, soy una pesada pero estaba tan cerquita, y pude cantar tanto...y además con mi marido, que es muy fan.
Y julio se va, a pesar de los muchos momentos complicados ha sido un gran mes y se va volando, como este globo que sobrevolaba la ciudad, porque no solo en junio tenemos globos surcando el cielo, al parecer es algo que pasa mucho. Y antes de decirle adiós solo pido que agosto sea un buen mes para todos, lleno de grandes momentos que nos permitan atesorar muchos recuerdos.
Muchas gracias a todos por leerme y nos vemos el miércoles.
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