Como en cualquier relación de amigos, desde el primer minuto hay empatía y a medida que pasamos más tiempo con esta persona vamos conociendo más características que nos agradan o desagradan, por esa razón es algo inevitable que en algún momento, se vean con otros ojos; pero cuando involucramos el deseo sexual ya no se podría hablar de una amistad. Los científicos aseveran que a los individuos del sexo masculino se les hace un poco complicado no sentir atracción por las féminas, siempre tendrán el ideal de que algo pueda suceder. Son humanos antes que cualquier otra cosa.
Sin embargo, existe la excepción a la regla y es muy probable que haya más de una pareja con una verdadera amistad y sin necesidad de acostarse. Ciertamente hay vínculos afectivos totalmente desinteresados del tema sexual, expresados principalmente por las mujeres, en donde llevan la relación con la premisa de que ahí nada puede suceder porque son solo amigos.
Para que eso pueda ocurrir, ambas personas deben conocer muy bien sus límites y decirse absolutamente todo, por ejemplo si empiezas a sentir que tu amigo o amiga está teniendo sentimientos que van más allá de la amistad, debes conversarlo y detenerlo a tiempo; a veces cuando estamos solos y vulnerables podemos caer en la tentación y en muchas oportunidades terminamos con lo que se pudo haber mantenido como un duradero afecto.
La comunicación es clave, sobre todo cuando se trata de esta situación, la regla primordial es No podemos acabar juntos entre las sábanas (a menos que resulte una amistad con derecho a roce y aquí si tienen que haber más reglas). Se debe generar una amplia confianza y ver al otro como un igual, algo así como la mejor amiga versión hombre para la mujer y el fiel amigo que lo sabe todo, para el hombre.
Debemos tener en cuenta y de manera clara, que el sexo, en cierto momento acaba interfiriendo en una relación de amistad o desarrollando el miedo a tener sentimientos más intensos y no ser correspondidos por el otro/a.
Todos sabemos que la amistad es una de las cosas más fundamentales de la vida, pero no debemos dejarla a un lado sólo porque la persona sea del sexo opuesto. Hay que apostar a que esa relación esté libre de intereses sexuales, que logre crecer y que ambos puedan hacerse compañía, sin importar de qué sexo sean.
No hay duda de que a pesar de las normas y reglas que planteemos en nuestra relación de amistad hombre-mujer, siempre seremos vulnerables mientras no tengamos una pareja amorosa, y esto es algo que debemos tener presente para no caer en la trampa. Es algo difícil, (más en los hombres) pero no imposible. ¿Lo intentarías?
Fuente: Fotoavizor.com | Imagen: Pixabay
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