Melitta Bentz, una ama de casa alemana, fue la mejor que inventó el filtro de café basándose en su deseo de una mezcla más suave sin la presencia de granos de café o el sabor amargo.
Melitta, que hacía café todos los días, no estaba contenta con los ineficaces dispositivos de filtración de cerámica y metal que estaban disponibles, por lo que usó clavos para hacer agujeros en el fondo de una taza de latón, que luego tapó con una hoja de papel del cuaderno escolar de su hijo.
¡Y voilá! No más café amargo.
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El resultado fue sobresaliente: el café tenía un sabor significativamente más aromático, no había más bases en el fondo de la taza y la preparación era rápida y sencilla.
En 1908, Melitta patentó el filtro de café en papel y fundó Melitta Bentz Company con su esposo, y la demanda de los nuevos filtros aumentó. Melitta pasó a recibir premios por su invención, y el resto es historia.
La próxima vez que prepares tu café con un filtro nuevo, sabrás a quién agradecerle por una cosa tan pequeña pero apreciada de tu rutina matutina.