Además de los galardonados, la noche de ayer nos dejó con una cierta sensación de mejoría gracias a un divertido Buenafuente, que fue el encargado de dirigir la ceremonia y sacarla de los aburridos clichés en los que la habíamos visto caer en ediciones anteriores. Asimismo, el panorama también venía ya mejorado por el cambio de presidente de la Academia de Cine Española, que con Álex de la Iglesia ha ganado en frescura y ha hecho posible que Almodóvar se reconcilie con el cine español, uno de los momentos más sorprendentes de toda la gala.
Pero centrándonos en los ganadores, enumerar los ocho que recibió ‘Celda 211' que optaba a 16 y, no sólo consiguió la mitad a los que optaba, que no está nada mal, sino que se hizo con los considerados más importantes: mejor director (Daniel Monzón), mejor película, mejor guión adaptado, mejor actor (Luis Tosar), mejor actor revelación (Alberto Ammann), mejor actriz de reparto (Marta Etura), mejor sonido y mejor montaje.
Todo este éxito del filme de Monzón hizo que la cinta de Amenábar quedara en un muy segundo plano. A pesar de conseguir tan sólo un galardón menos que ‘Celda 211' (siete de trece nominaciones), tan sólo el de mejor guión original se encuadra entre los considerados importantes, siendo el resto (mejores efectos especiales, mejor fotografía, mejor dirección artística, mejor maquillaje, mejor vestuario y mejor dirección de producción) menciones técnicas menos llamativas.
Tras estas dos producciones, las otras dos favoritas (guiándonos por el número de nominaciones) eran ‘El baile de la victoria' de Fernando Trueba, y ‘El secreto de sus ojos' de Juan José Campanella, tuvieron una suerte desigual, siendo la primera la gran perdedora de la noche (ningún Goya entre las nueve nominaciones con las que contaba) y la segunda salvó su presencia por el incomprensible galardón a una mujer con ‘mucho rodaje' ya en cine que obtuvo el premio a mejor actriz revelación: Soledad Villamil; y por ser considerada la mejor película hispanoamericana.
Con respecto al resto de candidatas, resaltar la sorprendente (que no por ello merecidísma) adjudicación a Lola Dueñas por su papel en ‘Yo, también', que desbancó a una favoritísima Penélope Cruz, o el de Raúl Arévalo por ‘Gordos', (otra de las películas que optaba a ocho Goyas y tan sólo consiguió este). Asimismo, resaltar el decimotercer galardón conseguido por Alberto Iglesias, por sus melodías para ‘Los abrazos rotos' de Almodóvar.
Por último, comentar los momentos emotivos de la noche con el Goya de Honor para el cineasta Antonio Mercero y el clásico recordatorio a los que ya no están, pero de los que siempre nos quedará su recuerdo gracias al cine.
¿Qué os pareció la gala? ¿Qué es lo que más os gustó? ¿Cambiaríais alguno de los ganadores?
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