¿Y qué ha sido de febrero y marzo? Pueess, ¡me ha costado horrores elegir sólo seis favoritos! A lo mejor en la próxima entrega subo el número de seis a ocho, porque al juntar los meses de dos en dos a veces siento que me quedo corta.
Tanto febrero como marzo han tenido sus cosillas. Aquí me quedo con las buenas, y no han sido pocas. En febrero empecé el segundo cuatrimestre del máster y, aunque con las prácticas estoy desbordada y siento que no llego a todo −días de 48 horas, please, venid a mí−, estoy bastante contenta. También ha sido temporada de lluvias y paseos, de batidos y museos...
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Los batidos: He hecho batidos caseros y, contra todo pronóstico, han salido deliciosos ^^ Ahora sólo me queda calcular bien la cantidad... porque siempre acabo tomando más de medio litro de batido y con un empacho de mil pares de narices. Cuando se me ocurran formas de innovar y tenga una buena selección de experimentos ricos publicaré un post con las recetas. Además, ahora que el calor empieza a hacerse notar apetece más que nunca beber un batido fresquito.
Excursión a Daroca y Anento: A mediados de febrero aprovechamos un día soleado para conocer un par de pueblos cercanos. Cualquier plan excursionero suele ser siempre genialoso; este día en concreto me enamoré de lo pintoresco que es Anento y, sobre todo, de sus .
Visitar museos: Cuando mi hermana volvió de Erasmus aprovechamos los domingos por la mañana −día de puertas abiertas− para visitar los museos de la ciudad. Había estado en todos de niña en las típicas excursiones del colegio, pero esta vez los vi con ojos distintos y disfruté mil.
Nevó en Zaragoza: El mes de febrero acabó con algo inédito, ¡una que cuajó en Zaragoza! No nevaba desde hacía más de una década y fue EMOCIONANTE. La pena es que duró un día escaso... ¡al año que viene esta ciudad pide más!
Las medias: Nunca he sido de llevar faldas en invierno, pero este año me he aficionado. En rebajas me compré un par de shorts elegantes y bonicos para combinar con medias que, junto a una falda que se ha unido a la colección recientemente, se han convertido en imprescindibles. Las medias del moodboard son especialmente bonicas, ¡ojalá tener unas así de miaudorables!
La lluvia: Estos meses ha llovido lo que no está escrito... y adoro la lluvia. Según para que planes puede ser un estorbo y a veces apetece ver un rayito de sol, pero en general disfruté como una enana haciendo fotos de goticas en los cristales, escuchándola de fondo mientras leía y paseando con mi paraguas gigante de vuelta a casa.
Antes de despedirme, ¡especial mención al cambio de hora! En marzo perdimos una hora a cambio de luz, un hecho que debería estar entre mis favoritos y del cual me olvide por completo cuando diseñé el moodboard. Me encanta poder salir a hacer fotos o simplemente a pasear sin que se me haga de noche a la hora de merendar, ¿y a ti?
¡Feliz semana!