Pero en el camino ha cometido errores de calibre que han convertido a algunos de sus seguidores en detractores.
De un dormitorio al mundo
Facebook surgió en 2004 de la mano de Mark Zuckerberg y sus compañeros de Harvard Eduardo Saverin, Andrew McCollum, Dustin Moskovitz y Chris Hughes.
La idea nació en el cuarto que compartían, mientras cursaban sus carreras en una de las casas de estudios más prestigiosas del mundo.
El sitio, que en ese entonces se llamaba The Facebook, proponía conectar a la gente que asistía a esa universidad. Buscaba ser una herramienta de relacionamiento virtual, una suerte de directorio donde encontrar gente, conocer sus perfiles y vincularse a ellos.
Al poco tiempo el servicio se comenzó a extender a otras universidades como Yale, Columbia y Stanford.
En septiembre de 2014, la compañía presentó el muro de Facebook, un espacio para publicar mensajes para los integrantes de la comunidad, que luego se convertiría en su sello distintivo.
Al año siguiente, la plataforma añadió 800 redes universitarias y dejó de llamarse The Facebook para ser simplemente Facebook.
Luego se volvió un poco más visual cuando se sumó la función “fotos” para compartir imágenes con esa comunidad virtual que comenzaba ampliarse.
En poco más de un año la red social llegó a tener 6 millones de usuarios.
Esta popularidad se traduce en dinero
En el último trimestre de 2018, la empresa registró ingresos por USD 16.914 millones, lo cual representa un 30% de incremento respecto del año pasado.
Ni el escándalo de Cambridge Analytica, ni las filtraciones de datos que surgieron a raíz de diferente vulnerabilidades en los últimos meses lograron hacer mella en este éxito.
Lee aquí: ¿Por cuánto dinero dejarías de usar esta red social?
Facebook: la primera red social
Facebook fue pionero a la hora de generar un producto novedoso que le permite a la gente presentarse digitalmente al mundo, establecer conexiones y enterarse qué están haciendo los otros.
Llegar primero no es un dato menor: así construyeron una mega comunidad, fidelizaron al usuario.
Con el tiempo la empresa adquirió otros sitios populares como son Instagram y WhatsApp.
Las redes despiertan curiosidad por saber qué está sucediendo en ese mundo virtual y por ver qué están haciendo esos contactos digitales.
Uno quiere estar conectado, ejerciendo casi una suerte de voyerismo virtual.
Ese universo se vuelve atractivo. Tan atractivo, al punto que, para algunos, puede ser difícil dejarlo.
De acuerdo con Tristan Harris, asesor de varias empresas en Silicon Valley y cofundador del Centro para Humanizar la Tecnología (Center for Humane Technology) esto no es casual.
Cree que esta seducción está codificada en la esencia misma de las plataformas.
Harris cree que el software de las redes sociales está diseñado para generar dependencia en los usuarios.
Las notificaciones, los videos que se reproducen solos, los colores brillantes hacen que uno quiera mirar el móvil todo el tiempo para ver qué está sucediendo.
Si no, uno siente que se “está perdiendo de algo”.
Esto puede producir dependencia y ansiedad.
De ahí que desde esta entidad se sugiera a las empresas de tecnología comenzar a hacer diseños éticos.
Es decir, que el foco no esté puesto en capturar la atención del usuario, sino en ayudarlos a tener un vínculo sano y más equilibrado con las plataformas.
El autor dice que Facebook convirtió el mundo en un “enorme dormitorio universitario, donde rara vez hay silencio”.
Enfrentar la madurez
“Después de los reveses de 2018, ya no es elogiada por su innovación. Es examinada y criticada por cada uno de sus movimientos”, dijo la analista principal de eMarketer, Debra Aho Williamson.
“A sus 15 años, Facebook se está enfrentando a la madurez. Ya no es solo una empresa emergente“.
Facebook es la segunda, solo por detrás del coloso Google, en ingresos por publicidad digital en todo el mundo.
Además es la propietaria de algunas de las aplicaciones para teléfonos inteligentes más usadas.
La plataforma está detrás de las aplicaciones gratuitas Instagram, Messenger y WhatsApp.
Cada una de las cuales tiene más de mil millones de usuarios.
A sus 34 años, Zuckerberg renovó recientemente su defensa del modelo de negocios de la red social, convencido de que Facebook no vendió datos de usuarios.
Sostuvo que la compañía gana dinero al focalizar los anuncios en base a lo que aprende sobre los usuarios.
Si la historia es un indicador, entonces la verdadera amenaza de Facebook podría ser un cambio de estilo de vida hacia una forma diferente de interactuar con los ordenadores.
Te puede interesar: LOL, una plataforma de memes
Isabel Cisneros
The post appeared first on La Calle TV.