Seguro estás pensando que tu toalla te limpia a ti y no tú a ella, que ni siquiera te bañas tanto, que si tú estas limpia la toalla también.
Es por eso que la lavas cada semana, o cada dos semanas para ahorrar agua.
La doctora en ciencias de la salud, Kelly Reynolds de la Universidad de Arizona, explica que estamos cometiendo un error.
“Las toallas que utilizamos después de bañarnos y que están húmedas deben ponerse a secar y ser utilizadas tres veces” explica Reynolds
Parece una exageración, pensar que sólo puedes usarla tres veces antes de que las bacterias proliferen…Pues ni que fuera tan sucia.
En realidad, cuando te bañas quitas células muertas, que a su vez provocan un olor particular en la toalla de baño.
Según la especialista es muy importante dejar secar la toalla, eso hará más lento el desarrollo de las bacterias.
El drama no se queda aquí, pues también involucra a las toallas para la cara y para la cocina.
"Las toallas para la cocina tienden a atraer rápidamente bacterias dañinas para la salud: permanecen húmedas durante mucho tiempo porque las dejamos macerar en su jugo o las usamos a menudo. Además, recuperan residuos de comida y suelen estar cerca de nuestros alimentos. Este es el escenario ideal para la acumulación, crecimiento y transmisión de gérmenes" comenta la doctora.
No rompas en llanto ni “tires la toalla”, siempre existe la posibilidad de bañarse con menos frecuencia. Además, con el uso adecuado, las toallas pueden tener una vida de hasta 10 años.
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