A veces, vuelvo
de un sueño lejano,
con las rodillas rotas,
con las manos caídas,
pidiendo, rogando
por algo,
que no recuerdo
y que es extraño.
Una plegaria
se eleva despacio,
despierto...
y creo que ese sueño,
desde el altar
de los confines,
es mío y fue tuyo.
© RoseMarie M Poetry & Photography
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