La prueba de que este viaje por carretera es no sólo posible sino disfrutable soy yo.
Petarda donde las haya para el coche. No me gusta conducir, no lo hago y de copiloto....bufff peor que muchos niños.
El "¿cuándo llegamos, falta mucho?" en nuestro coche....se oye en estéreo, sin embargo, el paisaje era tan distinto, bonito y tan alejado de las autopistas que ha sido una de las partes chulas de esta escapada.
Esta entrada no pretende ser una guía de viajes, ni una ruta viajera que os de coordenadas, ni kilometrajes, ni carreteras o desvíos a seguir...qué va!.
Lo tenéis claro si esperáis eso de mi, para nada!.
Esto va a ser mas...contar un viaje a unos amigos mientras tomamos una cerveza o a estas horas un café...explicando lo que más me ha gustado, lo que menos, lo imprescindible y lo evitable.
Por supuesto sé que los que conozcan la zona discreparán conmigo en muchas cosas, seguro!.
Yo, ya me vais calando....soy....cómo decirlo...de ruinas, de lugares apartados, de contraventanas desvencijadas, de puertas desconchadas, de aldabas roñadas, de hiedras asalvajadas, de rincones pintorescos, decadentes, de momentos, de sonidos, de olores.....y os puedo asegurar (algo ya os he ido enseñando en las redes sociales) que de este viaje he venido cargadita de todo esto.
El Perigord se encuentra en la región de Aquitania y a su vez en el departamento francés de la Dordoña. Para los que no lo conocéis y como yo, antes de ir no lo situáis en el mapa, os diré que está según se mira el mapa de Francia en la zona oeste y la ciudad más grande y más próxima es Burdeos.
Es una comarca situada a unas 5 horas en coche desde la frontera vasca y dentro de ella se sitúan varios pueblos declarados como los más bonitos de Francia.
Nuestra ruta comenzó en Bilbao y la primera parada fue Moissac en Midi-Pyrénées (Mediodía Pirineos), una localidad conocida entre otras cosas por su abadía y por la unión de los ríos Tarn y Garona. El puerto del Canal Garona en el centro de Moissac bien merece un paseo.
Ese día lo terminamos en Cahors una vieja ciudad a orillas del río Lot y con mucho ambiente para ser Francia, de hecho fue el último día del viaje que vimos lugares para cenar más tarde de las 7 y pico de la tarde. Sí, los horarios en Francia ya se sabe.....y más si te mueves en pueblos como ha sido nuestro caso.
Como veis el tiempo que nos hizo fue espectacular y varios días la temperatura era de verano, un lujazo cuando el plan es callejear sin parar y pasar todo el día en la calle.
Esta época del año es increíble. Los días son largos y la naturaleza está en plena ebullición, esto ha sido un puntazo también para nuestro viaje, desde el coche los paisajes parecían cuadros y en cada esquina te podías encontrar una gran glicina que llamaba la atención tanto por su color, por su olor y por el zumbido de los insectos a su alrededor.
Al día siguiente fuimos a St. Cirq Lapopie que aquí sí que sí......me pongo firme. Creo que no he visto un pueblo más bonito en mi vida. Todo en él es perfecto. El enclave, las casitas, sus tejados, callejuelas, hiedras, parras, enredaderas....
Tiene poco más de 200 habitantes y la mayoría viven del turismo. En 2012 fue elegido el pueblo más bonito de Francia. Sé que pensaréis que detrás de estas elecciones hay politiqueo, intereses....sí, yo también!, pero sin conocer al resto de candidatos.....creo que la elección fue la correcta.
Las fotos no le hacen justicia y no he conseguido descargar las tropecientas que tengo de él pero hacedme caso, si tenéis la oportunidad....tenéis que ir sí o sí porque os va a encantar!.
De allí, por una carretera diabólica pero maravillosa fuimos a la localidad medieval de Sarlat.Es la localidad de Europa con mayor número de edificios protegidos por metro cuadrado y es que patear sus callejuelas es un escándalo.
De allí fuimos a Rocamadour que es el nombre de una de las localidades por las que hicimos el viaje y una de las que me decepcionó.
Os cuento. Yo había leído maravillas y había visto fotos increíbles así que mis expectativas eran muy altas y.....
No digo que sea feo ni mucho menos, por supuesto que no, pero....para mí lo más bonito que tiene son las vistas desde la carretera y una vez aparcado el coche.....la de millones de turistas que había agolpados en las tiendas de souvenirs que copaban todos los locales de las callejuelas con sus carteles, sus ofertas y sus productos estrella....me dieron mucha pereza!
Que lo entiendo, que es uno de las localidades más visitadas por turistas y peregrinos que acuden al santuario de la Virgen Negra y que es lógico que lo exploten con su trenecito y todo pero para mí......se han pasado. De aquí me quedo con su queso de cabra con denominación de origen y como os decía con las vistas panorámicas.
Después vimos pueblos preciosos y sin apenas gente, qué gozada....como Autoire
Belcastel, un lugar increíble a orilla del río y donde literalmente se había detenido el tiempo.
Las fieras aguantaron el viaje y sus 1800 kilómetros como campeones y aunque cuando les planteamos la opción de ver el museo de Tolousse Lautrec en Albi su ciudad natal pensábamos que nos iban a decir que ni hablar....les apeteció la idea y salieron encantados.
La verdad es que merece la pena, el edificio que alberga el museo es increíble y las obras.....qué os voy a decir... me encantan, aunque eché en falta algunos de sus cuadros más característicos con muchas piernas en danza y faldas sin parar....
Dormimos un par de noches en Cordes sur ciel, un pueblo precioso en cuesta, mucha, mucha cuesta, amurallado y con callejuelas estrechas, donde agradecimos un montón el castellano del chico de hotel y es que en los pueblos que hemos estado de inglés nada de nada y nuestro francés si nos sacas de café au laite, baguette, croissant y bonjour.....poquito más. Eso sí, risas.....hemos hecho y ellos con nosotros unas cuantas también! Jejejeje....
Y aquí viene mi segunda decepción del viaje. Lo conocía de oídas antes de ir a esta zona francesa y por el juego de mesa, sí, os hablo de Carcassone.
Que sí, es bonito.
Medieval, amurallado pero terriblemente explotado y donde aparecían en cada esquina niños enloquecidos por haber convencido a sus padres para que les comprasen un casco y una espada ( regalo muy medieval y típico) y donde había manadas de turistas encantados por haber podido aparcar su coche en uno de los 3 parkings gigantes preparados para ello. No quiero ni pensar cómo será eso en verano!. Otra vez....me quedo con las vistas desde fuera de la ciudad!.
Camino de vuelta, con mucha mucha pena pero con ganas,también es cierto, de comer otra cosa al mediodía que no fuera un bocata en el coche mientras kilómetreábamos....paramos en Tolousse.
Ciudad señorial y con mucha vida y ambiente en torno a sus plazas, grandes calles y el río Garona.
Y....esto es todo amigos. No os he querido dar la chapa con puertas, ventanas, alcantarillas y demás.....pero espero que esta entrada os haya gustado y los que no conozcáis esta zona os pique la curiosidad y si podéis....llenéis el depósito y a rodar!.
Yo he venido enamorada y con ganas de ver más. Francia hasta ahora me encantaba y no conocía lo más bonito así que.....me queda mucho por descubrir!.
En esta otra entrada os di envidia con otra escapada a tierras galas. Nada que ver con ésta pero una pasada también. Os acordáis de la Isla de Rè?
Feliz Viernes y a disfrutar del fin de semana!