Foto: El día que cumplió 100 años
ELLA
(Madre, profesora, poeta, aviadora)
De niña, un tanto traviesa,
picaba como una espuela
y todos la conocían
por la inquieta e intrépida Ela.
Pequeña cual colibrí,
sutil pétalo de rosa,
enorme como el océano,
sensible, afable, mimosa.
Divertida campanilla
cimbreada por el viento,
su dulce risa sonaba,
a música de instrumento.
Piel suave, fina, sedosa,
pero fuerte como el roble,
con dulzura de la miel
y cual madera, fue noble.
Más tímida que la cara
que oculta la blanca luna,
con dureza de diamante,
sencilla como ninguna.
Era cristal de Murano,
pura, limpia, transparente,
cultura de diccionario
de tres lenguas diferentes.
Sencilla cual mecanismo
de alumbrado de una vela,
de estrella su luz ahora,
pintura fue de acuarela.
Más frágil que el taraxacum,
-vulgar diente de León-
que se deshace en un soplo
cual sensible corazón.
Su elegancia era de orquídea,
valiente como un guerrero,
fascinante, inteligente;
¡para quitarse el sombrero!...
De su Dios y su familia,
fue poeta enamorada,
en sonetos les cantó
con su lira refinada.
Arrojo de navegante,
primera mujer piloto
que voló Sierra Nevada
en un tiempo ya remoto.
Fue una niña sin complejos
y a su época, adelantada,
fue mujer trabajadora,
la igualdad le vino dada.
Fue mi suerte, mi fortuna,
fue mi estrella, fue mi sino,
la madre que me parió...
¡Doña Eladia Montesino!
JJRME (Terly)