Un viajero, recorre el mundo disfrutando al máximo de cada detalle y viviendo el instante como si fuera el último, a sabiendas de que, tal vez, no volverá a aquel lugar en lo que le resta de vida, y siendo consciente de que, nunca podrá llevarse consigo un pedazo de lo que sus ojos están contemplando...
Sin embargo, el viajero, nunca se siente triste por haber perdido la oportunidad de disfrutar eternamente de tantas cosas maravillosas, se conformará con volver a casa, junto a los suyos, con no haber dejado escapar ese momento, con los recuerdos, con las sensaciones y con ese puñado de fotografías, donde los edificios, las plazas y las gentes siempre salen sonriendo...
Tal vez, como decía ese artículo en eso resida la felicidad, en disfrutar de lo que nos gusta sin convertirlo en una necesidad de vida, disfrutando de lo que tenemos al alcance en cada momento, siendo conscientes, de que tarde o temprano, se acabará, y que cuando eso ocurra... No nos importará demasiado...
Hoy, os dejamos con los chicos de Globe Makers que con su maravilloso trabajo, nos invitan a soñar y contribuyen a poner a nuestro alcance miles de kilómetros de alternativas a nuestra existencia cotidiana...
Utilizando técnicas tradicionales y modernas, elaboran a mano, en su taller de Londres, globos terráqueos, de una belleza casi etérea...
Fuente: Globes Makers
Si os apetecen unas cuantas ideas para decorar con mapas y bolas del mundo, podéis ver unas cuantas Aquí y Aquí
¡A POR LA SEMANA!
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