Tome predicciones sobre su capacidad para enfrentar el poder del ex presidente José Eduardo dos Santos, quien dirigió el país durante 38 años. Sus hijos dirigieron múltiples negocios mientras que también disfrutaban de nombramientos clave en el estado. A pesar de que numerosos análisis afirman que él continuaría ejerciendo el poder (incluido yo mismo), la fortuna de la familia ha caído rápidamente.
El ex presidente se encuentra en un exilio no oficial en España, habiendo salido polémicamente en un vuelo comercial y no a través de los canales estatales. Su segunda hija Welwitschia vive en el extranjero. Perdió su escaño parlamentario después de no poder regresar a Angola.
El hijo, Filomeno, está siendo juzgado por su papel en la supuesta canalización de 500 millones de dólares fuera del país. Pero es la primera hija, Isabel, hasta hace poco la empresaria africana favorita de la comunidad internacional, la que ahora está a la defensiva. En diciembre se congelaron sus activos angoleños. Esto fue sólo el comienzo de un cambio de actitud internacional hacia su riqueza.
Recientemente, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación y sus asociados publicaron una serie de artículos y documentos titulados “LuandaLeaks” que detallan las actividades financieras de Isabel dos Santos.
El informe sugiere que ha estado involucrada en una amplia corrupción de alto nivel, supuestamente utilizando conexiones familiares y compañías ficticias para obtener tratos comerciales y canalizar millones de dólares fuera del país.
El gobierno angoleño la ha acusado formalmente de blanqueo de dinero, entre otras cosas. Ella ha negado con vehemencia la veracidad de los informes, amenazando con acciones legales.
La familia Dos Santos y sus partidarios afirman que son objeto de persecución política. Señalan la falta de acción comparativa, por ejemplo, contra los aliados de Lourenço.
Aunque no hay duda de que hay un elemento político estratégico en el enfoque de la familia de Dos Santos, todas las campañas anticorrupción deben comenzar en algún lugar. En un contexto en el que la antigua familia presidencial era la cara más prominente de la impunidad del régimen, parece una medida obvia y necesaria para investigarlos.
Complicidad internacional
Si bien Isabel dos Santos es la figura central de LuandaLeaks, la historia trata más ampliamente sobre cómo la corrupción es un producto de la colaboración y facilitación transnacional.Los documentos muestran que el desvío del dinero de Angola no habría sido posible sin algunas de las mayores empresas de consultoría de gestión del mundo. Ignoraron las banderas a las que los bancos habían prestado atención en relación con el estatus de Isabel dos Santos como “persona políticamente expuesta”. En algunos casos se vieron envueltos en claros conflictos de intereses.
Hasta finales de 2017, por ejemplo, la empresa consultora mundial PwC fue el auditor y asesor principal de la empresa estatal angoleña Sonangol, la paraestatal que supervisa la producción de petróleo y gas natural. El jefe de impuestos de la oficina de PwC en Portugal ha dimitido tras la dimisión de LuandaLeaks.
Las filtraciones también han puesto de relieve la actitud despectiva de la comunidad mundial hacia los periodistas y activistas africanos, cuyas preocupaciones por la familia Dos Santos fueron relativamente desatendidas. Por ejemplo, las empresas y las embajadas ignoraron sistemáticamente los informes en curso de Rafael Marques de Morais, uno de los periodistas de investigación más destacados de Angola, sobre las prácticas comerciales sospechosas de la familia Dos Santos.
Universidades famosas como Yale y la London School of Economics invitaron a Isabel dos Santos a hablar sobre el espíritu empresarial y el desarrollo, ignorando descaradamente la controversia que la rodeaba.
En 2015, el New York Times escribió un artículo elogiando la reclamación de arte africano robado de su marido Sindika Dokolo, sin plantear ninguna duda sobre la fuente de sus ingresos.
Estas acciones le dicen a los africanos que a pesar de fingir preocupación por la corrupción y los derechos humanos, las instituciones de fuera del continente no dan la talla.
Cómo le ha ido al nuevo presidente
Los LuandaLeaks apoyan la campaña anticorrupción de Lourenço. Pero la dirección en la que está llevando al país sigue siendo difícil de evaluar. ¿Sus medidas anticorrupción y otras intervenciones son sólo una herramienta para eliminar a sus enemigos? ¿O son un intento sincero de cambiar la forma en que la política ha funcionado en Angola?Hay algunos signos claros de cambio político y económico.
Bajo Lourenço, el país se ha abierto. Los regímenes de visado se han facilitado, Angola se ha unido a la Zona de Libre Comercio Africana, se han eliminado los requisitos para que los inversores extranjeros tengan socios angoleños y el gobierno está avanzando en la privatización de las empresas estatales.
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Igualmente importante es que el monopolio de Sonangol se ha visto mermado con la reciente creación de una nueva entidad que asumirá el papel de concesionario nacional en la industria petrolera.
Dicho esto, la última vez que se produjeron una serie de privatizaciones en Angola fue en la década de 1990. Éstas sólo sirvieron para reforzar el poder de Dos Santos, beneficiando a sus favoritos. Quedan preguntas sobre la transparencia de la nueva ronda de privatización, y quiénes serán los verdaderos beneficiarios.
El problema de Lourenço
Un problema importante que enfrenta Lourenço es que muchos angoleños están descontentos con las medidas de austeridad que su gobierno ha introducido. Y, la frustración pública por el desempleo está alimentando la inestabilidad.Aunque ha hecho propuestas simbólicas a la sociedad civil al reunirse con activistas que fueron acosados por el régimen de Dos Santos, las protestas siguen siendo reprimidas por la policía.
Lourenço tampoco ha hecho ningún movimiento para debilitar los poderes extremadamente centralizados de la presidencia. Esta acción, según los críticos, demostraría claramente que no busca replicar el control de Dos Santos sobre el país.
Lourenço y otros han cultivado una narración que dice que se enfrenta a una importante oposición al cambio por parte de intereses arraigados en el partido de gobierno, el Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA). Esto es muy probable que sea cierto, pero sigue sin estar claro lo que significa para la política del país.
El MPLA ha presentado históricamente un frente unido al exterior, y la discusión abierta de la fragmentación y la discordia es nueva. Estas aparentes escisiones indican la necesidad de comprender mejor el partido como actor político, algo que muchos estudiosos y analistas no han logrado hacer de manera sustantiva durante décadas.
Mirando al futuro
Con la desaparición de Dos Santos, sigue sin estar claro para los analistas acostumbrados a centrarse en una figura central para explicar la dirección del país lo que el futuro augura mientras el país se enfrenta a una nueva era de austeridad y crecientes desafíos económicos.Lea más:
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LuandaLeaks proporciona más apoyo a la campaña anticorrupción de Lourenço. La firmeza del Estado en la persecución de los sospechosos anuncia un momento de cambio para Angola. Pero, sigue sin estar claro hacia qué futuro se dirige el país.
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