EL NENE
Nací en tiempos de posguerra,
Cáceres me dio su cuna
en calle Gómez Becerra
en noche de clara luna.
Crecí junto a cinco hermanos,
cada cual, un mundo entero,
eran reyes, soberanos
con un poder verdadero.
De todos era el más chico,
el “Nene”, así me llamaban,
eran fieles protectores
y al tiempo, todos mandaban.
¿Hambre?, pasé la del mundo,
es lo que tienen las guerras,
pagas el precio rotundo
del que dicta, manda y yerra.
Sabañones en las manos,
nos los daba el frío fiero
que con picón y tizones
calmábamos al brasero.
Aunque fuera el más pequeño,
no disfruté de prebendas,
nunca llegué a ser mi dueño
y vestí heredadas prendas.
Mis juegos fueron las chapas,
las canicas, el rescate,
hilo negro, que me atrapas,
y a pedradas, el combate.
Mi juguete, el tirachinas,
con él cazaba el lagarto
y el mirlo por las encinas,
pues jamás tuve ni un cuarto.
Buen estudiante, no fui,
más bien diría que malo,
pero a cambio sí que fui
un tierno y dulce regalo.
Ahora soy padre, abuelo,
roble, encina, brezo o jara,
soy, una gota de miel,
soy:... ¡la leche que mamara!
JJRME (Terly)