Caracol
En España se consumen 16 millones de caracoles al año, unos 400 gramos por persona. Y no solo se comen, sino que también se usan para hacer cosméticos, porque su baba proporciona colágeno, que hidrata, exfolia y hace más elástica la piel por su contenido en ácido glicólico. Además, el caracol aporta una importante cantidad de calcio y fósforo, que mantiene fuertes huesos y dientes; y hierro, que ayuda a prevenir las anemias. También facilita la digestión, y como posee mucha agua (más del 79 %), tiene pocas grasas y calorías.
Eso sí, su consumo solo es seguro si se cocinan adecuadamente. Por eso se recomienda tenerlos una semana en ayunas. En Francia, país que más caracoles consume, se suelen cocinar con aceite y ajo añadido como condimento. En Italia y Grecia se consumen sobre distintos tipos de pasta, y en España, la receta que más adeptos tiene son los caracoles con tomate de toda la vida.
Caracoles en salsa
Y a ti, ¿te gustan los voladores de Pretty Woman o te producen rechazo? Sí, Julia, estos mamones resbalan y mucho.