No va ni la mitad de temporada y ríos de tinta se han escrito sobre la rivalidad entre Ferrari y Mercedes, un duelo que hace mucho bien a la F1, y que pone fin al aplastante dominio plateado que impuso la escudería alemana desde el 2014 hasta el 2016. Y es que, aunque es probable que ganen este año, la tendrán mucho más difícil que temporadas anteriores, incluso, puede que solo se lleven solo un título, compartiendo así los laureles con sus rivales de Italia.
Pese a que Ferrari estuvo algo lejos de la lucha por el título desde 2014 hasta 2016, y a que la historia de Mercedes en la F1 es relativamente corta, no es la primera vez que ambos conjuntos se enfrentan por llevarse los máximos honores en el mundial de la F1.En los años 50, en una época llena de leyendas y héroes del automovilismo, estas dos grandes fábricas ya pujaban por ver quien creaba el mejor monoplaza y por un puesto en el salón de la fama del mundo de las carreras.
En 1954, en una época en la que aún no existía el campeonato de constructores, solo el de pilotos, las flechas plateadas volvían a la máxima competición; y por si fuera poco, se hicieron con los servicios del mejor conductor de ese momento, Juan Manuel Fangio, piloto argentino que para ese entonces, solo había ganado el campeonato de 1951.
Ferrari había dominado el campeonato de 1952 y 1953 con coches con especificaciones de F2, algo que la FIA impuso para ahorrar los costos, evitar la extincion prematura de la F1 y un dominio aplastante de los de Maranello, ya que, en 1952, su principal rival, Alfa Romeo, abandona la competición debido a que su dueño, el gobierno de Italia, se rehusó a pagar por un nuevo coche a partir de ese año, de este modo, la reducción de gastos apareció por primera vez en las prioridades de la FIA.
Para 1954, tras el doble triunfo de Alberto Ascari los dos años anteriores, la FIA permitió que la F1 contara con su propio reglamento, lo que atrajo a algunas marcas emergentes como Mercedes, cuya participación en las carreras después de la segunda guerra mundial fue prácticamente nula; así pues, el conjunto plateado, llegaría para fabricar un coche bajo la nueva normativa que sería capaz de retar al todopoderoso Ferrari; Hans Herrmann y Karl Kling, sería los compañeros del ya mencionado Fangio.
Sin embargo, no sería hasta el 4 de julio de 1954 que el conjunto alemán debutaría, lo harían en el GP de Francia, la cuarta cita puntuable del campeonato. Fangio, había recibido permiso para competir con Maserati hasta el GP galo, comenzando con el pie derecho, ganando el GP de Argentina y Bélgica, primera y tercera cita del mundial; la segunda carrera se disputó en Indianápolis, eran las 500 millas y normalmente solo asistían pilotos norteamericanos.
De este modo, el argentino llegó como líder del mundial al GP de Francia, donde Mercedes estrenaría el W196, un coche 100% alemán que magnificaría el domonio del Maestro sudamericano. Hasta ese momento, Fangio había sido acosado por los pilotos de Ferrari, en el GP de Argentina, ganó mientras que las 3 posiciones que le siguieron, fueron ocupadas por los hombres de Ferrari, encabezados por Nino Farina, aunque la diferencia fue mayor a un minuto. En Bélgica, Fangio fue el primero en ver la bandera a cuadros, superand por 24.2 segundos a Maurice Trintignant, otro de los pilotos de Ferrari; la estrella emergente, Stirling Moss, fue tercero con el otro Maserati, mientras que Mike Hawthorn y José Froilán Gonzalez compartieron el Ferrari que llegó en cuarta posición.
Hasta ese momento, la temporada parecía ser cosa de Ferrari y Maserati, pero aparecieron las flechas plateadas y todo cambió. Fangio, en la primera clasificación de Mercedes, logró la pole, seguido además de Kling. Para completar un primer fin de semana de ensueño, el argentino también se llevó la carrera, escoltado por su compañero, dando a Mercedes no sólo su primera victoria sino su primer doblete. Y, para ponerle la guinda al pastel, además Hans Herrmann se llevó la vuelta rápida. De hecho, las tres mejores vueltas de la carrera fueron de los tres pilotos Mercedes, y los únicos que lideraron la prueba fueron Fangio y Kling.
Para colmo, en la carrera francesa, los Ferrari tuvieron que abandonar, bien sea por fallos mecánicoso accidentes, lo que dio como resultado, el podio dominado por las flechas plateadas. ¿Se puede tener un mejor debut?
A partir de ese momento, el mundial se limitaría a Ferrari y Mercedes, pero con las manos de Fangio, los italianos no tendrían oportunidad. En el GP de Gran Bretaña José Froilán Gonzalez, otro argentino, se llevó el triunfo, seguido de Hawthorn, ambos de Ferrari, mientras que tercero culminó Onofre Marimón, el argentino sustituto de Fangio en Maserati, por su parte, el maestro finalizó 4°.
Llegamos al GP de Alemania, la casa del equipo Mercedes, Fangio se lleva el triunfo, seguido por Gonzalez y Hawthorn quienes volvieron a compartir coche ocupando el 2° escalón del podio, tercero fue Trintignant y cuarto Karl Kling; asi pues, esta carrera fue una intercalación entre Ferrari y Mercedes.
En los GP de Suiza e Italia, Fangio volvería a ganar, en el primero, Gonzalez volvió a escoltar a su compatriota, aunque esta vez el último escalon del podio fue para Hans Hermann, el otro piloto de Mercedes, por otra parte, enMonza, casa de Ferrari, la flecha plateada argentina vuelve a triunfar, quedando en 2° lugar Hawthorn y completando el podio, Gonzalez, quien compartió su coche con Umberto Maglioli, piloto italiano que solo disputó 3 carreras ese año.
En la última carrera, en España, el Ferrari de Hawthorn se llevó la victoria, Luigi Musso, de Maserati, fue 2°, y Fangio selló el título mundial con el tercer lugar; de este modo, el argentino se convirtió en el primer campeón de Mercedes con 42 puntos sobre los 25 de Gonzalez y los 24 de Hawthorn.
En 1955 el equipo Ferrari estaría aún más distante de Mercedes, Fangio y Moss harían dupla para las flechas plateadas y ocuparon las 2 primeras posiciones en la clasificación general de pilotos, mientras que Ferrari, contaría con los servicios de Eugenio Castellotti, quien junto a Trintignant y Piero Taruffi, se conformarían con la tercera, cuarta y quinta posición en la clasificación general, pero en pista, estarían a años luz del conjunto alemán.
De este modo, en 1955, Ferrari tuvo una lucha en solitario, siempre detrás de Mercedes y acosada algunas veces por Maserati. Lamentablemente, el 11 de junio de 1955, Mercedes estuvo involucrada en el terrible accidente de las 24 horas de Lemans en el que murieron 82 espectadores, en vista de tal desastre, el equipo Mercedes decidió retirarse de las competencias de automovilísmo a partir de ese año.
Mientras que Mercedes se ausentaba, Ferrari acumulaba victorias, y no fue hasta 1989 que el gigante alemán volvió al mundo de las carreras, pero no sería hasta 1992 que volvió a la F1 como proveedor de motores del equipo Sauber. Y después de la saga de triunfos del binomio Schumacher-Ferrari, el conjunto plateado decidió volver a la máxima categoría con un equipo propio haciendose con los servicios de Michael Schumacher, tal logro fue alcanzado en 2010, aunque no sería hasta el 2014 cuando volvería a ser la referencia en la pista dominando abiertamente el mundial de la F1.
Tanto Hamilton como Vettel nos recuerdan a pilotos como Fangio, Gonzalez o Hawthorn, grandes leyendas que, en una época donde las carreras eran en extremo peligrosas, hicieron historia y nos regalaron uno de los mejores y más simbólicos duelos que la F1 ha tenido. Aunque en la presente temporada, la similitud en los rendimientos de la flecha plateada y el Cavallino Rampante es vibrantemente mayor que en los años 50, por lo que podemos decir que estamos en un año histórico, donde un tricampeón y un tetracampeón, uno vestido de plata y el otro de rojo, luchan por ser el mejor del mundo.